Con la esperanza que algún día se haga justicia y que el crimen de Yudy Karina Ramírez, quien tenía cinco meses de embarazo, no termine en la insondable profundidad de la impunidad, familiares de la víctima reclamaron mayor celeridad y resultados contundes a las autoridades.
Ramírez de 37 años fue ultimada con arma de fuego el pasado 6 de diciembre a las 6:30 de la tarde cuando llegaba a su residencia, en el sector de la calle 31 con carrera 15.
Hoy, más de un mes después del homicidio, Karol Fuentes y Karen Vargas, hija y sobrina de la víctima, respectivamente, alzaron su voz para expresar su preocupación sobre la manera en que se está trabajando en este caso.
Argumentan, que han pasado casi dos meses desde el día del homicidio y la investigación parece no avanzar. Aseguraron que la Fiscalía no tiene una línea investigativa clara.
La familia se siente abandonada por las autoridades y denuncia la falta de información y acompañamiento psicológico o legal. No se ha logrado identificar a los responsables del ataque.
Recompensa sin resultados
La alcaldía de Yopal en su momento ofreció una recompensa de 20 millones de pesos a quien proporcione información que ayude a esclarecer el crimen.
Sin embargo, casi sesenta días después, esta recompensa no ha generado ninguna pista ni información relevante. La familia aseguró que tampoco ha recibido información sobre si existen videos de cámaras de seguridad que puedan ayudar en la investigación.
Ante esta situación, la familia ha decidido tomar cartas en el asunto. Están llevando a cabo una campaña de concientización en redes sociales y medios de comunicación para que el caso de Yudi no quede impune.
Planean distribuir volantes en las calles y buscar el apoyo de diversas instituciones, incluyendo la Personería y la Defensoría del Pueblo. La familia pide a la comunidad que comparta cualquier información que pueda ser útil para resolver este crimen, reafirmando su compromiso de no permitir que este caso sea condenado al olvido.
La prima de Yudi enfatiza que era una mujer bondadosa que siempre ayudaba a los demás. La familia insiste en que el asesinato de Yudi y su bebé no sea solo una estadística más de violencia en Colombia.