Varias son las perspectivas de desarrollo y posibilidades de negocio que tiene en el horizonte el sector palmero en el país. Así quedó evidenciado en el primer día de actividades de la vigésima primera conferencia internacional sobre el aceite de palma que se adelanta en Cartagena.
Un primer camino, aún por recorrer, está relacionado con la producción de combustible para aviones. Propuesta, que según el coordinador del programa de procedimiento de Cenipalma, Jesús García, ya viene ganando espacio en el Congreso de la República, donde se ha abordado el tema y paulatinamente comienza a prepararse el escenario una discusión sobre esta iniciativa.
Otro escenario planteado es el crecimiento del área sembrada Álvaro Amaya, director encargado de Cenipalma, manifestó que Colombia cuenta con 4 millones de hectáreas aptas para el cultivo de palma, por lo que se espera un futuro alentador para el sector.
Pese a esta ventaja, es necesario tener en cuenta que Brasil tiene puestos sus ojos en la palma de aceite y, aunque, en el momento no cuentan con grandes extensiones de este cultivo, está contemplado la posibilidad de incrementar el área sembrada.
En este escenario los brasileños poseen dos elementos fundamentales para impulsar el desarrollo de esta cadena productiva. El primero está relacionado con el territorio ........gerente de acepalma indicó que la proyección apunta hacia la zona del Nordeste del gigante suramericano.
El segundo punto a favor es que en Brasil desde hace décadas manejan políticas de Estado para todo el tema agropecuario. Visión que le ha permitido convertirse en una potencia mundial en la producción de distintos productos agrícola y cárnicos.
Finalmente, un tercer renglón en cual viene trabajando el gremio palmicultor es en la producción de energías limpias, a partir del aprovechamiento de los residuos industriales que dejan el proceso de producción de la palma.
Estos materiales se someten a un proceso mediante el cual se obtiene energía eléctrica, para suplir las necesidades internas que demandan las plantas de producción, como la de Altamira en Casanare.