La Gobernación de Casanare realizó un jarillón de 120 metros y canalizó el punto crítico de dicho afluente, con la intención de proteger la vía alterna a Sácama y evitar que se vuelva a presentar una nueva emergencia, como la ocurrida durante los últimos días, en donde decenas de familias campesinas de Paz de Ariporo, Támara y Sácama estuvieron incomunicadas por creciente súbita que taponó la vía con material de arrastre.

Por esta importante vía que comunica unas 10 veredas de los tres municipios, transitan comúnmente unas 400 familias campesinas. Es ruta de acceso de sitios conocidos como la vereda La Aguada de Paz de Ariporo, vereda Teislandia de Támara y el resguardo indígena Barro Negro de Sácama. 

De acuerdo con Leonardo Barón, coordinador Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, de la vía se removieron siete volquetadas (doble troque) de material rocoso, y se procedió a realizar la adecuación del carreteable. Igualmente, se canalizó el afluente por la parte céntrica y se construyó un jarillón, con el objetivo de evitar que la quebrada se vuelva a salir de su cauce.

Habitantes del sector manifestaron que hacía más de cuatro años la quebrada no presentaba  una creciente como la registrada durante esta temporada de lluvias.   

Culminado este trabajo, la maquinaria se desplazó a pocos kilómetros por la misma ruta, donde estará realizando las obras de protección y mitigación en los estribos y las aletas de los puentes en los afluentes Quebrada Honda, La Curuché y Ariporo.

Publicado en CN

 

 

  

  

    

 

      

 

 

 

 

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