Miércoles, 07 Octubre 2020 05:52

La literatura en tiempos de pandemia

Truman Capote decía que la literatura es un amo muy tirano. Escribir requiere, paciencia, disciplina, rigor y soledad. Dura tarea enfrenta un escritor en la batalla de vencer la página en blanco. La pandemia de la Covid 19 confinó a media humanidad a las penurias del aislamiento forzado, a vivir a través de las pantallas, simulando una falsa cercanía con amigos y familiares. Para los escritores el panorama fue menos trágico. El acto de escribir se elabora en soledad; los mejores amigos de los escritores son los libros, el buen cine, rigor en la edición del texto, trabajo y disciplina. La recompensa: el placer de crear, de pintar la realidad con colores propios, permitirse el lujo de ser creativos y únicos.

Lo que para muchos fue una condena; para los escritores el  aislamiento se convirtió en oportunidad. Los amantes de las letras empezaron a saborear la exquisitez de la palabra, así como se hace con el buen vino. Los tiempos quietos hicieron posible, el deleite de reflexionar despacio y sin prisas sobre los textos, el espacio confinado ha sido propicio para crear, corregir, plantear puntos de vista y miradas para abordar el fruto del trabajo intelectual. La felicidad del pez que fuera del agua se asfixia y vuelve a respirar feliz en su medio acuático.

En las redes sociales se propiciaron encuentros de escritores y poetas, que pudieron reunirse a pesar de las diferencias de horarios, se obvio el abismo del espacio. Se concertaron citas son los pares diseminados en todas las latitudes del planeta. Fue posible compartir sentimientos, emociones y hasta las dificultades que el nuevo orden mundial derivado por la pandemia puso a vivir a todos.

Como por arte de magia, empezaron a darse encuentros nacionales e internacionales que antes estaban asignados a una pequeña cofradía a la que era muy difícil ingresar. Se abrieron las convocatorias que al ser virtuales ofrecían una amplia gama de participación. Tal apertura derivó en abusos contra los escritores. Algunos encuentros de tipo formal que ya contaban con recursos para la realización de eventos, solicitaron a los participantes enviar videos para mostrarlos como evidencia de su participación, mientras los recursos destinados a dichos encuentros se quedaron en los bolsillos de los organizadores. Por su parte, los escritores sólo recibieron palmaditas en la espalda por abnegado trabajo.

El gobierno compra libros a las grandes casas editoriales, mientras los autores carentes de ingresos estables y que con grandes sacrificios hacen  auto publicaciones  no encuentran compradores para sus libros. La pandemia agudizó las dificultades para hacer presentaciones de libros con un público real y la posibilidad de vender el texto. Las redes inundaron los espacios con tantos eventos simultáneos que agotaron al público, en este momento la gente ya no desea conectarse a algún evento cansados de tanto oferta repetitiva y falta de imaginación.

Los trabajadores del mundo con justa razón exigen el pago por su trabajo y por sus saberes. No sucede lo mismo con los intelectuales, a estos se les pide que su trabajo sea una colaboración y que como contraprestación se pueden dar a conocer a través de los medios de comunicación, a la hora de pagarles por su trabajo se les  dice no hay dinero. Las sociedades de avanzada valoran en mucho a sus creadores. Colombia, paga enormes sumas a reguetoneros y otros falsos artistas dedicados al mundo del espectáculo, no invierte en cultura; alternativa capaz de generar pensamiento crítico que tanta falta hace en nuestra sociedad; para construir un país tolerante, reflexivo, capaz de vivir en armonía respetando las diferencias, apostándole de este modo a la paz.

 

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Miércoles, 19 Agosto 2020 21:59

Convocatoria a Jóvenes en Acción en Yopal

Lorena Pacheco, enlace municipal de los programas nacionales en la Alcaldía de Yopal, invitó a estudiantes de educación superior, que cumplan los requisitos correspondientes para que se inscriban y puedan gozar del beneficio monetario que ofrece el programa “Jóvenes en Acción”.

Y es que, en lo que va corrido del año en Yopal, más de 945 jóvenes han recibido el incentivo del programa, mientras que 100 jóvenes inscritos de enero a julio, empezaran a recibir  el pago el 30 de agosto.

Requisitos

Según Pacheco, los interesados deben estar entre los 14 y 28 años de edad, ser bachilleres y estar estudiando en el SENA o en una universidad pública y estar focalizados, o pertenecer o haber estado en alguna base de datos de Sisben, Red Unidos, Familias en Acción, ICBF, víctimas de la violencia en condición de desplazamiento y/o pertenecer a una etnia indígena

Inscripciones

Los jóvenes podrán inscribirse cumpliendo con el  #PicoyCédula y normas de bioseguridad, en la oficina de enlace municipal de Yopal, ubicada frente a las instalaciones de la Alcaldía (oficina Acción Social) en horario de 8:00 a 12:00m de lunes a viernes. No tendrán que llevar ningún documento, ni certificación de estudio, solo suministrar los datos necesarios.

Cabe recordar que los apoyos monetarios para estudiantes de universidades públicas son de  400 mil pesos y el Sena de 200 mil pesos,  cada dos meses y en el marco de la pandemia se realiza un giro adicional de 350.000 pesos.

 

 

 

 

 

 

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A nivel mundial, se producen más de 2.100 millones de toneladas de basura cada año, una cifra en la que Colombia aporta 12 millones de desechos, lo suficiente para llenar 4.500 piscinas olímpicas, de las cuales solo el 17% logra ser reciclada.

En la cadena de aprovechamiento de estos desechos, los recuperadores son el eslabón más importante, pero a su vez, su trabajo es el menos reconocido social y económicamente. Sumado a esto, la pandemia por el Covid19 también los ha golpeado y ha provocado que mermen los ingresos para sostener a sus familias.  

Muchos los hemos visto con un costal al hombro o rodando en sus carrozas por toda la ciudad sin que importe el inclemente sol, el frío o lluvia. Muchas de estas personas que se levantan de magrugada y trabajan hasta altas horas de la noche, son mayores de 70 años, muchas son madres y cabeza de hogar. Generalmente pertenecen a comunidades vulnerables y por eso son reconocidos por la Corte Constitucional de Colombia como sujetos de especial protección.

Tras ese aspecto que algunos consideran desaliñado, está un trabajo importante para el ambiente y un ser humano que ha escogido este oficio para subsistir.

Inservibles para la sociedad productiva

Manuel Cañaberal tiene 51 años y responde por tres personas en su casa, producto de los residuos sólidos que recupera durante el día y los cuales venden en una de las Estaciones de Clasificación y Aprovechamiento (ECA) ubicadas en Yopal.

"Anteriormente uno podía recoger unos 100 a 140 kilos de material, dependiendo del día, pero ahora por la emergencia sanitaria se recogen 60 o 70 kilos", cuenta Manuel.

Pese al temor de poder encontrar el Coronavirus en una de las bolsas con las que tienen contacto a diario, Manuel relata que salir a trabajar es una necesidad que no da espera y que dificilmente pueda dedicarse a otra labor. "Pues si tenemos miedo, ¿pero si no sabemos hacer nada más? O de pronto si sabemos, pero no hay oportunidades.  Por ejemplo en mi caso, que tengo cinco cirugías y perdida de mi ojo derecho, ya soy una persona desechable para la comunidad productiva".

"Sí hay para lo uno, no hay para lo otro"

Para Liborio Bravo, otro recuperador de oficio de los más de 200 que hay en la capital de Casanare, gastar lo recolectado por la venta de los desechos se convierte en una toma de decisiones diaria, pues debe elegir entre comer o reunir para pagar el arriendo.

"En el día se recogen por ahí 4.000 a 5.000 pesos, los que se distribuyen en lo que se pueda, comprar una libra de arroz o lo que se alcance, o pagar el arriendo", dice Liborio.

Por su parte, Joel Carrera, quien desde los siete años recupera llantas y las covierte en herramientras para fincas y agricultura,  agrega que la situación por el aislamineto obligatorio no solo ha perjudicado el trabajo con el que viven las cuatro familias que se benefician de este oficio, sino que han tenido que lidiar con alzas en los servicios públicos. 

Buscando dignificar el oficio

Hasta el año pasado, en la Super Servicios habían registradas cerca de 300 organizaciones con 30.000 recuperadores agremiados.

Gracias a la labor de los recuperadores, buena parte de estos desechos logran ser reutilizados y evitan ser vertidos en rellenos sanitarios, los cuales tienen proyecciones de pocos años de vida útil.

Sin embargo, pese a desarrollar un papel fundamental en el reutilizamiento de estos desechos y al descongestión de los rellenos sanitarios, la labor del recuperador no ha sido dignificada.

Adalberto Luque, presidente de la Asociación de Recuperadores de Yopal ARY, dice que además de las afectaciones por la emergencia sanitaria y la disminución de materiales para reciclar, desde hace tiempo han estado maniatados por la falta de implementación del Plan de Gestión de Residuos Sólidos PGIR. También se hace dificil con la falta de conciencia de los ciudadanos, por no reciclar desde la fuente.

A diferencia de la recolección de basura hecha por las empresas de recolección, donde se pueden tomar precauciones, en la recolección de reciclables las medidas de prevención son más complicadas, debido a que los recuperadores deben hacer separación del material y entran en contacto directo con desechos que podrían estar contaminados, sobretodo en esta epoca de Coronavirus.

 

El Covid19 acecha

"Gracias a la Alcaldía de Yopal y la Gobernación de Casanare, se han realizado más de 160 pruebas rápidas a igual número de recuperadores de oficio de la capital casanareña. Ya no han llegado los resultados de la primeras 60, donde todas salieron negativas y estamos a la espera de las demás, donde confiamos en que todas sean negativas, para que ellos y la ciudadanía tengan seguridad de que están protegidos ante el coronavirus.

 

Nosotros como asociación también los hemos dotado de guantes, tapabocas y chalecos, y les hemos pedido que tengan una botella con agua y jabón para lavarse las manos constantemente. Adicionalmente, a los mayores de 70 años, que son cerca de 30 recuperados que por disposicón del gobierno deben quedarse en casa, les estamos ayudando con mercados y un aporte cada ciertos días", expresó Luque, quien agregó que ante la necesidad, muchos de los recuperadores han tenido que seguir buscando el sustento.

Uno de ellos es Jacinto Carreño, quien recicla junto a su hijo y quien sostiene su casa con lo que recoje en la basura. "Toca salir a trabajar porque hay que llevarle la comida a los hijos y la mujer. Se le tiene miedo al Covid pero esto es lo unico que hay para hacer", dijo.

Entretanto, Candelaria Coronado, propietaria de una de las Estaciones de Clasificación y Aprovechamiento que hay en Yopal, cuenta que también han tenido que adoptar medidas, como controlar el aforo de los recuperadores que ingresan a vender lo que recolectar en el día. "También tenemos gel antibacterial y alcohol a la entrada. Colocamos la demarcación cada dos metros y tenemos una cinta para que no se pase hasta determinado lugar", relata Candelaria.

S.O.S.

El llamado de los recuperadores, es que a pesar de los dificultosos tiempos de pandemia, dejen de ser estigamatizados y se pueda ayudar desde los hogares a clasificar los desechos, para que se expongan menos ante el Coronavirus.

Se busca que los recicladores tengan una labor digna, en la cual los ciudadanos valoren lo que ellos hacen y tengan condiciones suficientes para ejercer su labor, desde la protección de sus derechos, hasta el trato que se les da. Muchos consideran que hay un gran estigma contra esta comunidad. "No saben que son recuperadores ambientales. Son personas que viven de una economía informal y que no tienen las suficientes garantías”, explicó Luque.

También se piden más pruebas rápidas para estar monitoreando los posibles contagios de esta población en alto riesgo.

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Más de 1.000 familias en la capital de Casanare, derivan su sustento como vendedores informales, aunque se guardaron tres meses, las obligaciones y el hambre los empujó a las calles. “La pandemia nos ha dado duro, he sufrido mucho con mis tres hijas y mi madre”, dice Amadiz Ramírez, madre cabeza de familia, vendedora ambulante estacionaria.

En Colombia las 2/3 partes de la población económicamente activa es informal, por lo tanto, no cuentan con un régimen de seguridad social, situación que no garantiza los beneficios que brinda el Estado.

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE en el país hay alrededor de 5.6 millones de trabajadores informales, quienes de acuerdo a César Giraldo, coordinador de la facultad de ciencias económicas de la Universidad Nacional soportan incertidumbre y desesperanza al no contar con ingresos para comprar comida, pagar arriendo y cubrir deudas, por cuenta del confinamiento obligatorio, impuesto por el gobierno para evitar la propagación del Covid 19.

Durante marzo y abril, los meses de mayor control y encierro obligado, muchos ambulantes y estacionarios, desesperados por no poder generar ingresos, fueron sancionados en algunas ciudades del país, algunas veces agredidos y detenidos, por incumplir las medidas de confinamiento.

El abatimiento, llevó al suicidio a dos comerciantes informales, un hombre en Santa Marta y una joven mujer, vendedora de tintos en la ciudad de Medellín.

Morir de Covid o morir de hambre

En Yopal, más de 1000 familias derivan su sustento a través de esta modalidad y aunque se guardaron tres meses, las obligaciones y el hambre los empujó a las calles.

Pese a no tener lineamientos claros por parte del Gobierno Nacional, la Alcaldía de Yopal a través del  IDEV y la Secretaría de Salud, ha permitido la salida paulatina de los vendedores ambulantes y estacionarios, cumpliendo los debidos protocolos de bioseguridad.

Pero el daño a las familias por cuenta de la crisis sanitaria, está hecho, las ventas según testimonios, bajaron en un 70 por ciento, la desconfianza de los compradores aumentó y muchos evitan a quienes se acercan a ofrecer productos, prefieren no consumir los alimentos y bebidas en la calle, por miedo al contagio.

Mientras se evidencia un marcado retroceso en las metas personales de cada vendedor y la de sus familias, pocos de ellos, cuentan con vivienda propia, en ese orden, el sueño de tener casa propia si bien sigue siendo un propósito, es cada vez más lejano, a raíz de la pandemia, ya que los pocos ahorros con que algunos contaban, se esfumaron en la difícil tarea de sobrevivir sin ventas.

Ayudas no son suficientes

Para Wilmer de Jesús Agudelo Valencia, tesorero de la Asociación de Vendedores y Ambulantes y Estacionarios de Yopal, que agrupa 250 trabajadores informales, desde el momento en que empezó las crisis, el gremio ha sufrido grandes consecuencias, principalmente los adultos mayores, en temas de arriendos y abastecimiento de alimentos.

Muchos de los informales viven en invasiones, en condiciones muy complicadas y aunque   pondera el hecho de que ahora, muchos han regresado a las ventas, deben entre tres a cuatro meses de arriendo.

“Aunque se ha contado con ayudas humanitarias por parte de la Alcaldía y la Gobernación, estas no han sido suficientes, junio fue un mes duro, la ola invernal, disminuye las horas laborales y mientras el acoso de las deudas aumentan” indica Valencia.

Y es que, la dinámica actual es, artículo que se vende, dinero que se gasta en comida y a pesar de los anuncios del Gobierno Nacional, de subsidios para los más vulnerables, los vendedores no están en el grupo de beneficiarios de dichas ayudas.

A su vez, Michael Giovanny Serrano, edil de la Comuna Uno, explica que, ante la crisis sanitaria, se unió a la Asociación de Vendedores, Ambulantes y Estacionarios de Yopal, para gestionar la consecución de víveres y ayudas humanitarias para las familias del gremio, pero ha sido difícil llegar a todos.

La realidad de Amadiz

 

A Amadiz Ramírez, madre cabeza de familia, vendedora ambulante estacionaria, quien trabaja en la carrera 20 con calle 15 esquina en un carrito que adquirió gracias a un crédito en el Banco de la Mujer,  el aislamiento obligatorio le complicó y atrasó muchos de sus planes, uno de ellos el ahorro para tener una casita propia.

Ella responde por sus hijas de 14, 9 y 5 años, y su madre adulta mayor, a quien debe suministrar medicamentos permanentes, “mi hija menor tiene un problema renal y me he visto obligada a pedir créditos y a hacer rifas para poder trasladarla a Bogotá para una cirugía”.

Por la falta de ventas, debió dejar un apartamento en el centro de la ciudad, tras no poder responder con el arriendo. Gracias al buen corazón de una cuñada, Amadiz se trasladó a un apartamento en Torres de San Marcos, donde a las 4:00 am. empieza su actividad diaria con la preparación de café y jugo, que transporta en termos en una buseta de línea, hasta su punto de venta.

Antes de salir, orienta a sus hijas en labores escolares a través de las guías impresas que le entrega la Institución Educativa. En este caso las niñas no cuentan con internet, mucho menos computador, ni celular para conectarse a las clases virtuales, los recursos alcanzan apenas, para un celular para toda la familia, el mismo que carga Amadiz, para recibir pedidos desde algunos almacenes u oficinas y /o recibir llamadas de carácter urgente.

“Cuando empezó la pandemia pagaba en la Fundación de la Mujer la cuota de un préstamo para arreglar mis carritos, ellos me congelaron la cuota y un cliente me presto ahora para afrontar la crisis. Me ha tocado muy duro, ya que si hago para el bulto de naranja, no me alcanza para el mercado”, concluye Amadiz.

Temor al contagio

“La gente ahora no quiere que nos acerquemos, no por miedo al contagio”, dice por su parte, Omar Contreras, vendedor ambulante, conocido como “El Mono”, quien lleva  12 años trabajando en las calles, en la venta de cargadores, audífonos, controles, accesorios para celular y memorias, entre otros productos.  

Para él, su gran problema es pagar el arriendo y tener un lugar donde resguardar a sus hijos, esposa y suegra. La situación se torna difícil ya que las ventas bajaron en un 70 por ciento, por el miedo de la gente a ser contagiada por el Covid-19.

“Antes de la pandemia me ganaba hasta 50 mil pesos diarios y ahora lo máximo que vendo son 20 mil, como sea yo me consigo para comer, pero el arriendo no da espera” concluye Contreras y reitera que no ha recibido ni ningún auxilio por parte del gobierno.

La peor crisis

Omar Estrada, vendedor ambulante, tiene un carrito que ofrece mango verde y piña, para él su mayor preocupación es el pago de los servicios públicos. Si antes vendía 30 mil pesos hoy solo vende hasta 12 mil y muchas veces se queda con el producto.

“Hace 13 años vivo en Yopal y no había visto una crisis tan brava, como la de ahora. Estamos acabados, que uno después de medio día no pueda vender ni un mango es terrible, no tenemos ayuda del gobierno.

Antes compraba tres canastillas de mango y ahora compro solo una, que me dura toda la semana”, asegura.

No tengo para donde irme

Francy Viviana Verdugo, otra vendedora ambulante, transporta jugos, café, empanadas y otros comestibles en su motocicleta.

La crisis de la pandemia la ha perjudicado a tal punto que no pudo seguir pagando el arriendo donde vive con sus hijos y su papá, quien está enfermo. Los propietarios de la casa ya le pidieron y no sabe qué hacer. “Me duele en el corazón, no tengo para donde irme y mis ventas son el único sustento, he tenido que pedir a los gota a gota que me colaboren, así como a personas de buen corazón, que me han hecho prestamos porque soy una persona correcta” , manifiesta Francy.

Reitera que, las ventas se redujeron en un 50 por ciento, y el producido diario generalmente no se alcanza a vender, debido a que no es la misma cantidad de personas en la calle y   porque muchos clientes se abstienen de comprar por falta de plata.

Por ahora, Francy Viviana, dejó sus estudios y su mayor anhelo es ponerse al día en sus deudas y encontrar un lugar para vivir.

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Del 20 al 30 de julio en el portal www.expoviviendavirtual.com se promocionarán los proyectos más importantes de Boyacá, Casanare y cinco regionales más que le apuestan a la transformación digital como el motor para la reactivación económica del sector.

La prioridad del gremio de la construcción en medio de la pandemia del COVID 19 ha sido proteger la salud y el sustento de los trabajadores y sus familias, y por esta razón, la implementación de los protocolos de bioseguridad ha sido una iniciativa liderada desde el nivel nacional. El sector es reconocido en todo el país, por haber liderado el retorno a las actividades de manera ordenada y responsable.

Sin embargo, los retos que hoy deben afrontar los constructores para recuperar niveles de ventas similares a las de periodos anteriores, son muy grandes. La nueva “normalidad” que impera en el país y que impone limitaciones a la venta personalizada y al desplazamiento de los compradores a las salas de venta, obliga a la adopción de nuevas formas de ofrecer los productos a los hogares que buscan vivienda.

Por esto, Camacol Regional Boyacá y Casanare en asocio con otras 5 regionales de Camacol, han desarrollado el portal expoviviendavirtual.com, pensado como una estrategia para que los constructores tengan maneras alternativas de comercializar sus inmuebles y que el público que busca vivienda encuentre en un solo lugar una muy buena oferta sin salir de casa, además de contenidos y recomendaciones útiles a la hora de comprar vivienda.

Hoy en día los visitantes de ExpoviviendaVirtual.com encontrarán en el portal más de 125 proyectos de casas, apartamentos, locales y oficinas ofrecidos por 81 constructoras de los departamentos de Boyacá, Casanare, Huila, Tolima, Quindío, Meta y Norte de Santander. Por nuestra región participan hasta el momento 15 empresas con 23 proyectos en las ciudades de Tunja, Duitama, Paipa, Sogamoso y Yopal, Barranquilla, Chía y La Vega, ofreciendo vivienda VIS y No VIS, apartamentos, casas, locales, oficinas y lotes.  

El lunes 20 de julio, ExpoviviendaVirtual.com realizará evento especial de lanzamiento de la feria que irá del 20 al 30 de julio. La transmisión que se realizará a través de la plataforma web y el Facebook del Expovivienda contará con la participación del Viceministro de Vivienda, Carlos Ruíz, e importantes personalidades de cada una de las regionales que participan en esta iniciativa. La cita es a las 12:00 del mediodía.

Balance del mercado en Boyacá en el primer semestre del 2020

“Según el censo de Coordenada Urbana, operado por Camacol Boyacá y Casanare, en el primer semestre de 2020 se comercializaron en Boyacá 795 viviendas por un valor de 121 mil millones de pesos. De estas ventas, el 71% corresponden a estratos 2 y 3 y el 29%, a estratos 4 y 5.  Por ciudades, Tunja lidera el mercado con 420 inmuebles vendidos, seguida por Duitama con 142 inmuebles, Sogamoso con 127 y Paipa con 106”, expresa Ana Elvia Ochoa Jiménez, gerente Regional  de Camacol Boyacá y Casanare.

 

El comportamiento del mes de junio muestra importantes avances en la recuperación del sector. En el este mes se comercializaron 172 unidades habitacionales, lo que representa un crecimiento del 46% respecto al mes anterior. Por segmentos, la vivienda social ha sido el soporte del sector, pero las del segmento alto alcanzaron 47 viviendas, con el 27% de las ventas.

Se han iniciado a construir 36 mil metros cuadrados en los cuatro principales mercados del departamento, representados en 481 unidades de vivienda, 339 en Tunja, 80 en Duitama, 32 en Sogamoso y 30 en Paipa. Con estas cifras, a junio de 2020, se encontraban en construcción 3.046 unidades habitacionales en el departamento.

En lo corrido del año, se han sumado al mercado 331 unidades nuevas, esto por el lanzamiento de tres proyectos nuevos y 5 etapas nuevas en proyectos que se venían comercializando desde 2019; con esto, a junio de 2020 la oferta de vivienda en el departamento asciende a 2.371 unidades, de las cuales 2.255 son apartamentos y 116 son casas.

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Para la población vulnerable del municipio de Aguazul, resulta paradójica la frase “quédate en casa”, convertida en política “universal”, al inicio de la pandemia por el coronavirus, cuando la gente no tiene que comer, y debe volcarse a las calles a buscar el sustento diario, en el rebusque, como vendedores ambulantes o en trabajos ocasionales, que muy difícilmente, como los grandes ejecutivos, pueden desarrollarlo desde sus casas.

Casanare Noticias,  estuvo en la capital arrocera de Casanare, e indagó con familias de los barrios Villa Laguito y  El Porvenir de estratos 0 y 1, cómo la vienen pasando en esta crisis sanitaria, decretada por el gobierno nacional para frenar los casos del Covid-19.

Más allá de las ayudas humanitarias,  a grosso modo se evidencia al interior de las familias, que la mayoría vienen soportando el confinamiento, sin acceso a la educación virtual,-tan cacareada por el gobierno nacional- acompañamiento psicológico,  asistencia médica y el goce de los servicios públicos, estos últimos, sin tener que preocuparse por el pago de las facturas, so pena de su suspensión.

Según se conoció, la Administración Municipal de Aguazul, tiene contemplados alivios en tarifas  para los servicios de alumbrado público y agua para los estratos 1, 2 y 3, pero hasta el momento no se han dado.

¿Se está haciendo el trabajo?

Ayudas no llegan

En el barrio El Porvenir , dialogamos con  Claudia González, madre cabeza de hogar con cuatro hijos y en estado de gestación, quien se ganaba el sustento diario lavando y planchando ropa, mientras sus hijos estaban en el colegio. Hoy, en medio de la crisis, sobrevive de la caridad de su familia y los vecinos, "ha sido una situación muy difícil, aquí encerrados con mis hijos sin poder salir  no es que se pueda hacer mucho, nadie da trabajo, hoy prácticamente sobrevivimos de la caridad de mis familiares y conocidos. He visto que vienen a repartir mercados por lado y lado pero a mí no me ha llegado el primero, de los tantos que anuncian en la Alcaldía y la Gobernación", expresa.

Esta sufrida madre asegura que, el pago de los servicios lo realiza con la única cuota alimentaria que recibe para el sustento de uno de sus cuatro hijos "con esto pago los servicios públicos, ya que tampoco he accedido a ningún tipo de descuento en las tarifas, y menos subsidio. A diario el presidente Duque anuncia que hay un bono solidario para los más vulnerables, pero a mí no me ha llegado", concluye González.

Situación similar,  afronta María Antonia Robayo, en el barrio Villa Laguito, quien vive junto a sus hijos a orillas del río Unete. "De vez en cuando vendo hojas de plátano con las cuales me gano seis mil pesos y con eso sobrevivo”.

Clases virtuales sin luz y sin internet

Aunque resulta odiosa la comparación entre las comunidades más vulnerables del Chocó,-que nunca ha tenido regalías-, y las de Aguazul, -población de tradición petrolera-, la crisis por el coronavirus ha evidenciado, un sistema educativo débil y desigual, en muchas regiones del país, en donde la tecnología es aún obsoleta.

Muchas madres cabeza de familia, han tenido que convertirse en profesoras de sus hijos, para que puedan salvar su año lectivo, como en el caso de doña María, quien comenta que ya no puede salir a trabajar "a raíz de la pandemia, mis hijos  no pueden ir al colegio y debo quedarme en casa con ellos. Ahora me toca hacer de maestra y tutora e ir a la escuela a entregar los cuadernos.  Los profesores entregan actividades para realizar durante 15 días, luego se deben devolver para que las califiquen, lo más grave es que, en Villa Laguito no tenemos servicios públicos y mucho menos servicio de internet para que los niños puedan recibir clases virtuales".

Al igual que Claudia, quien debe recurrir a sus hermanas, que viven retiradas de su casa, para que les deje investigar las tareas a sus hijos en internet, situación similar les toca a muchas familias más.

Sobre este tema Casanare Noticias dialogó con Germán Mora, ex docente de la Unisangil, quien señaló que, aunque a los maestros se les ha sostenido las condiciones salariales intactas, paradójicamente, se ha dejado a un lado a los alumnos, quienes reciben a medias la educación, ya que aproximadamente el 40 por ciento del estudiantado en el país, no cuentan con acceso tecnológico para las clases virtuales.

El licenciado propone que junto a las ayudas humanitarias, se regalen planes de datos, para que los alumnos puedan recibir clases y realizar sus trabajos.

Tanto las madres, como los maestros, hacen un llamado a Amanda Rocío González, senadora casanareña, raizal de Aguazul, para que visibilice en el Congreso, dicha situación, y además de mercados se entreguen durante la pandemia, computadores, planes de datos y lo más importante se lleve luz a las casas, para que los niños, tenga un verdadero acceso a la educación virtual.

¿Qué dice Acción Social Municipal?

Mauricio Leguízamo Vela, coordinador de Gestión Social de la Alcaldía de Aguazul, dice  que, se ha llegado a un 70 por ciento de la población del área rural y un 90 por ciento del área urbana, con ayudas humanitarias

“La entrega de mercados es coordinada con los presidentes de juntas de cada sector, quienes pasan un listado a la Administración, y allí es filtrada la información, con el fin de que estos lleguen a personas que no se encuentran recibiendo ningún tipo de beneficio, a través de los programas de orden nacional (Familias en Acción, Adulto Mayor, Jóvenes en Acción o beneficiarios de CDI)”, explica Vela.

Reitera el funcionario que, la Alcaldía puso en marcha la  estrategia "Hogar Con Resultados", que busca llegar a toda la población del municipio, en el entorno familiar, con actividades que permitan el buen uso del tiempo en casa.

Según reporte del SISBEN, en Aguazul existen 2.893 mujeres  cabeza de hogar en el área urbana  (nivel 1) y 461 mujeres cabeza de hogar del área rural.

Pese a los  programas del orden nacional implementados debido a la pandemia del coronavirus, y a los ya existentes, es evidente que, al igual que en otras regiones del país, un alto porcentaje de la población vulnerable de Aguazul, en este caso las madres cabeza de hogar, no están recibiendo ningún tipo de ayuda humanitaria.

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La cadena agroindustrial de la palma de aceite está incluida dentro de las excepciones a las medidas de aislamiento decretadas por el Gobierno Nacional, pues el aceite de palma es producto agrícola de primera necesidad y materia prima para diversidad de artículos prioritarios durante la pandemia, como el jabón que se usa para el lavado de manos y otros productos para la industria  alimentaria.

En cumplimiento de las medidas adoptadas por el Gobierno Nacional, para evitar la propagación del virus, Fedepalma y Cenipalma, han desarrollado y socializado a sus afiliados los lineamientos generales de prevención y mitigación del contagio por Covid-19 para el sector palmero, siguiendo los protocolos de bioseguridad emitidos por el Ministerio de Salud y Protección Social, los mismos que están orientados a la cadena agroindustrial de la palma de aceite y a las zonas palmeras del país.

“Desde el inicio de la enfermedad en Colombia, el gremio ha trabajado intensamente en la divulgación y puesta en práctica de medidas de prevención y mitigación ante los riesgos de contaminación por Covid-19 y se aplicó un Protocolo riguroso en toda la cadena, lo cual ha contribuido al parte exitoso que se tiene hoy en cuanto a manejo de la pandemia”, manifestó Jens Mesa Dishington, Presidente Ejecutivo de Fedepalma.

“Debido a la dinámica de la pandemia y a las proyecciones que apuntan a que la emergencia irá por un largo tiempo por los nuevos casos que se vienen presentando, Alcibíades Hinestroza Córdoba será la persona que ayudará, en el ámbito gremial, a coordinar con los Núcleos Palmeros las estrategias que éstos deben desarrollar para asegurar la salud de sus trabajadores y articular acciones con las comunidades para prevenir el contagio”, señaló Mesa Dishington.

“En el marco de esta coordinación, Alcibíades gestionará la articulación de la estrategia del sector palmero con los demás gremios agrícolas e instituciones nacionales y regionales frente a las medidas que se deben seguir para garantizar y asegurar un manejo más efectivo de los protocolos y procedimientos para la prevención, mitigación y monitoreo del coronavirus en el sector palmero, y a su vez, contribuir a aminorar las preocupaciones de contagio por parte de las comunidades vecinas a las plantaciones y plantas de beneficio de palma de aceite”, explicó el vocero gremial.

Precisó que “este es un momento para ser doblemente cuidadosos, toda vez que estamos trabajando en una condición de excepcionalidad, somos parte de la cadena alimentaria y por ello no hemos parado labores, pero no podemos olvidar, ni por un segundo, que no es una operación normal y hay que extremar la rigurosidad en el Protocolo de bioseguridad en el sector”.

“El país palmero siempre está enfrentando retos y este es uno de gran envergadura, pero por fortuna contamos con las personas que laboran en plantación, las cuales están trabajando por la seguridad alimentaria del país y son los verdaderos héroes, así como también los productores y empresarios que han implementado medidas de prevención y contención del Covid 19, con gran rigurosidad y al mismo tiempo están mostrando solidaridad como los productores del departamento del Magdalena con las donaciones de botellas de aceite y jabón, destinadas a las poblaciones más vulnerables de las zonas palmeras”, expresó el Presidente Ejecutivo de Fedepalma.

Para el vocero de los palmicultores, el llamado es primero a cuidar la vida y la salud pero también a preservar el empleo y el ingreso de miles de trabajadores rurales, toda vez que la cadena agroindustrial de la palma de aceite genera 180.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.

“Es muy importante por ello cuidar la operación de las plantaciones palmeras, seguir atendiendo con estricto rigor el Protocolo de bioseguridad, sumar en donaciones en torno al Fondo de Solidaridad Palmero y promover la unión del sector en torno a un producto de excelentes propiedades como es el aceite de palma, 100 % colombiano, ya que todo lo demás, en aceites, que se encuentra en las góndolas de los supermercados del país, es importado”, puntualizó.

Autocuidado responsable y creativo

A su turno, Alexandre Cooman, Director General de Cenipalma, dijo “que desde Fedepalma y Cenipalma hemos estado muy atentos al cuidado de la salud de nuestros colaboradores y el parte es satisfactorio, gracias a esa prevención”.

Señaló que con respecto a los productores se ha orientado la adopción del Protocolo de bioseguridad en materia de prevención para que los empleados y trabajadores en las plantaciones, extractoras y oficinas, puedan salvaguardar su salud, la de sus familias y por ende la de la comunidad en general.

Subrayó que es preciso ser responsables “porque somos uno de los sectores productivos privilegiados por nuestra importancia en la seguridad alimentaria del país y por ello seguimos laborando. También debemos ser creativos porque este inesperado reto hace necesario ajustar los procesos ligados a la producción en muy poco tiempo y buscar soluciones a problemas y situaciones que antes no teníamos. Y por último, debemos ser solidarios para apoyar  a quienes no han podido trabajar por dificultades en la cadena de suministro o de procesamiento”.

Fue enfático en señalar que “la situación que estamos viviendo no debe hacernos bajar la guardia frente al manejo fitosanitario, es importante seguir trabajando en la detección y manejo de casos de enfermedades como la Pudrición del cogollo y la Marchitez letal, entre otros, porque de no hacerlo así, habrá que lamentar después daños mayores”.

Por último, su invitación para el sector palmicultor fue a asomarse a una ventana de oportunidad, creada por la crisis, y en este escenario trabajar de manera más eficiente y fortalecer el consumo de productos nacionales como es el aceite de palma, 100 % colombiano.

A su vez, Alcibíades Hinestroza Córdoba, coordinador para la mitigación frente al Covid-19, señaló que el gremio de manera articulada con el Gobierno Nacional y demás actores de la agroindustria, sigue atendiendo la producción y distribución del fruto a las plantas extractoras y tanto en la Federación como en las empresas palmicultoras se ha implementado el teletrabajo, en aquellos puestos de trabajo y sedes que pueden realizar sus actividades desde su casa y adicionalmente ha capacitado e informado debidamente a sus empleados sobre la importancia del autocuidado.

Explicó que los gremios del sector agropecuario en cabeza de la Sociedad de Agricultores de Colombia, SAC, han participado e instado al Gobierno Nacional para la expedición de una Resolución con los protocolos de bioseguridad dirigidos al sector agrícola, proceso que está en manos del Ministerio de Salud y protección Social.

Manifestó que, de igual manera, apoyaron la expedición de la Resolución No. 000666 de 2020, con las recomendaciones y orientaciones a partir de la circular externa No. 001 del Ministerio de Salud y Protección Social y del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, por medio de la cual se adopta el protocolo general de bioseguridad para la prevención, contención y mitigación del COVID-19 en las actividades agrícolas y ganaderas.

Hinestroza Córdoba expuso que el sector palmicultor continuará trabajando con todo el compromiso, de la mano con las autoridades, acogiendo las medidas y recomendaciones que disminuyan el riesgo de contagio del Covid-19, al tiempo que aseguró que su labor radica en lograr, a través de un trabajo muy articulado, un robusto plan gremial que garantice el autocuidado y la operatividad en esta emergencia.

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El Grupo Ecopetrol anunció un segundo paquete de inversiones por $22.800 millones dirigido a fortalecer la atención del sistema de salud de Bogotá y, a través de alianzas con el sector empresarial, producir elementos y equipos de protección personal para varias ciudades de Colombia, entre las que se destacan la Capital de la República, Barrancabermeja y Cartagena.

Del aporte total, $10 mil millones serán dirigidos a la Alcaldía de Bogotá con el fin de aumentar la capacidad instalada de los centros médicos de la Secretaria de Salud. Se estima que con estos recursos se habilitarán 60 unidades de cuidados intensivos dotadas con equipos ventiladores, de succión, bombas de infusión y monitores. Así mismo, se adquirirán 400.000 mil pruebas serológicas y más de 170 mil dotaciones para protección del personal médico.

A través de un acuerdo de colaboración, Ecopetrol aportará cerca de $9.400 millones para aumentar la capacidad de atención de pacientes de alta y mediana complejidad en los hospitales de tercer nivel de Bogotá, la zona con mayor nivel epidemiológico del país hasta el momento.

Estos recursos servirán para incrementar la capacidad instalada de la Fundación Santa Fe de Bogotá, el Hospital Universitario San Ignacio y la Fundación Cardioinfantil, con mayor dotación de unidades de cuidados intensivos, pruebas serológicas, equipos y elementos de protección para el personal médico.

Con el fin de promover la industria nacional, Ecopetrol, a través del Instituto Colombiano del Petróleo (ICP) y nuestra filial Esenttia, en alianza con otras empresas, destinará $2.168 millones para poner al servicio de las secretarías de salud de Bogotá, Cartagena, Soacha y entidades públicas de Santander, Coveñas y Caldas más de 130 mil unidades de ropa médica, 600 mil caretas de protección y 100 mil litros de alcohol glicerinado, entre otros productos.

 Adicionalmente, se destinarán $1.200 millones para apoyar una iniciativa del Gobierno Nacional para poner en marcha una plataforma digital de seguimiento de compras relacionadas con el plan para enfrentar la pandemia.

“Es el momento de unirnos, de sumar esfuerzos para enfrentar en equipo esta emergencia. Apoyamos con decisión a la Capital de la República, a Barrancabermeja, a Cartagena y a toda Colombia con estos recursos para fortalecer sus capacidades y atender oportunamente a los afectados por la pandemia. Estoy convencido de que superaremos esta etapa si cada empresa, cada institución y cada persona aportamos nuestras mejores capacidades y recursos, y seguimos rigurosamente las directrices de autocuidado y aislamiento”, aseguró Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol.

Aportes por $48 mil millones

Este segundo paquete de inversiones se suma al anunciado recientemente por el Grupo Ecopetrol por $26 mil millones para fortalecer el sistema de salud en el Magdalena Medio, Santander, Norte de Santander, Arauca, Casanare, Meta, Neiva, Putumayo y Caribe, con énfasis en Cartagena, Santa Marta, Coveñas y La Guajira, así como en otras zonas donde tiene operaciones la Empresa, consolidando así, aportes por $48 mil millones para sumarse a la estrategia planteada por el Gobierno Nacional para enfrentar la pandemia de la Covid-19

Por su parte, la Fundación Gente Ecopetrol acumula $850 millones de aportes para ayudas humanitarias a más de 4.600 familias en 17 municipios del país, gracias a la donación de un monto de libre elección o de un día de salario por parte de 2.019 aportantes entre trabajadores y pensionados de Ecopetrol, su filial Cenit y voluntarios.

El Grupo Ecopetrol invita a los colombianos a promover el autocuidado, acatar las medidas preventivas que permitan contener la propagación de la Covid-19 y sumar esfuerzos para proteger la salud y la vida de todos los colombianos.

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El nuevo coronavirus ha provocado al menos 81.478 muertos en el mundo desde que apareció en China, en diciembre de 2019, según el último reporte del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades, Agencia de la Unión Europea (ECDC), entregado este miércoles 8 de abril, con corte a las 10:00 a.m.

Desde el comienzo de la epidemia se han contabilizado más de 1.391.890 casos de contagio en 205 países del mundo.

La cifra de diagnosticados positivos refleja sin embargo sólo una parte de la totalidad de contagios debido a las políticas dispares de los diferentes países para diagnosticar los casos, algunos sólo lo hacen con aquellas personas que necesitan una hospitalización.

Las autoridades consideran que hasta ahora, al menos 308.757 personas se han curado de la enfermedad.

Situación en América

América concentra el 40% de la pandemia mundial frente a Europa que acumula más del 52%. Sin embargo, el aumento diario es más rápido aquí, casi parejo en ambas partes del mundo. Estados Unidos registra 14.736 fallecimientos y es el foco rojo del continente, con 428.346 casos,  mientras que en América Latina, Brasil se ha convertido en el epicentro de la pandemia, con 800 víctimas mortales, acumula el mayor número de infectados con 15.927 casos, seguido de Chile con 48 muertos y 5.546 casos, y Ecuador con 4.450 casos y 242 fallecidos, siendo Guayaquil en la costa Pacífica, la municipalidad que más casos registra.

En México la cifra de muertes ha ascendido a 174 y los casos confirmados a 3.181, aunque el Gobierno ha reconocido que la cifra negra se podría multiplicar por 12. En el país sigue vigente un confinamiento parcial y voluntario- con comercios cerrados- hasta el 30 de abril.

En países como Perú, Panamá o Bolivia la cuarentena es más estricta y los Gobiernos lidian con la contingencia sanitaria y el temor a protestas o saqueos.

En Perú, desde el 6 de marzo cuando se detectó el primer caso, han dado positivo al virus, 3.614 personas, con 114 fallecidos. 

 

Situación en Europa

La cantidad de muertos en Italia, que registró su primer deceso vinculado al virus a fines de febrero, asciende a 17.669. El país registra 139.422 contagios. Las autoridades italianas consideran que 22.837 personas sanaron.

Después de Italia, los países más afectados en Europa son, España con 14.555 muertos y 146.690 casos, Francia con 10.328 muertos y 109. 069 casos, Reino Unido con 7.097 fallecidos y 60.733 casos, y Alemania con 2.096 muertos y 109.329 casos.

 En Asia, China registra 3.337 muertes y 82.809 casos, seguido de Irán con 3.993 muertos y 64.586 casos, Corea del Sur con 200 muertos y 10.384 casos, e Israel con 72 fallecidos y 9.404 casos.

 

Situación en Colombia

Colombia supera los 2.000 casos confirmados de coronavirus.  El Gobierno reportó este miércoles 4 nuevas muertes relacionadas con el Covid-19, con lo que el total de fallecimientos escaló a 54 desde que confirmó hace poco más de un mes su primer caso de coronavirus.

Las nuevas víctimas fatales fueron una mujer de 72 años en Bogotá, otra de 74 en el departamento de Córdoba, otra de 79 en Quindío y un hombre de 65 años en la ciudad de Santa Marta, todos con comorbilidades.

El Ministerio de Salud ha registrado 2.054 casos y 123 pacientes recuperados. Bogotá se mantiene como el epicentro con casi la mitad de los contagios: 992 casos confirmados. La alcaldesa de la capital, Claudia López, anunció un endurecimiento de sus medidas de aislamiento: a partir del 13 y hasta el 27 de abril se aplicará una restricción de ‘pico y género’, según la cual las mujeres podrán circular los días pares y los hombres los días impares.

Le siguen a Bogotá, los departamentos de Valle del Cauca, con 314 casos, Antioquia 234, Bolivar 71, Atlántico 67, Cundinamarca 64, Risaralda 46, Quindío 40, Huila 38, Norte de Santander 27, Magdalena 26, Boyacá 19, Caldas 19, Cesar 17, Santander 15, Tolima 15, Cauca 14, Meta 14, Nariño 9, Córdoba 7, Casanare 2, San Andrés 2, La Guajira 1, y Sucre 1 caso.

Los departamentos que no reportan casos hasta el momento son: Arauca, Chocó, Vichada, Guaviare,  Putumayo, Vaupés, Guainía, Amazonas y Caquetá.

Según el rango de edades, de los 2.054 casos registrados en Colombia, 115 corresponden a menores de 20 años, 854 a personas entre 20 y 40 años, 709 a pacientes entre 40 y 60 años, y 376 casos a mayores de 60 años.

El Instituto Nacional de Salud detalló que este miércoles se hicieron 3.022 pruebas, una cifra récord en el país, que aspira a aumentar su capacidad hasta 15.000 pruebas diarias.

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En comunicado a la opinión pública, la Federación Nacional de Arroceros, Fedearroz, ratificó su compromiso con los productores, con el funcionamiento de las sedes administrativas y de provisión de insumos en cerca de 45 municipios del país.

Comunicado al sector arrocero

“A raíz de las difíciles condiciones por la que todos atravesamos como consecuencia de la pandemia ocasionada por el COVID-19, la Federación Nacional de Arroceros, ha tomado una serie de determinaciones para garantizar la operación de nuestra institución a nivel nacional y con ello, el soporte tecnológico y de provisión de insumos que requieren los agricultores como actores primarios en el proceso productivo del arroz.

Todas las acciones se han tomado en el marco de las determinaciones del gobierno nacional para apoyar la siembra, cosecha y comercialización del arroz, como alimento fundamental de la seguridad alimentaria del país.

Para ello se ha garantizado el pleno funcionamiento de nuestras sedes administrativas y de provisión de insumos en cerca de 45 municipios, las plantas de Semilla Certificada; las de secamiento, almacenamiento y trilla, así como la planta de insumos de protección agrícola y pecuaria, Agroz S.A, cumpliendo en todas ellas, con las medidas sanitarias para la protección de productores y funcionarios.

De igual forma nos hemos comunicado con algunos representantes del sector productor y comercializador de fertilizantes, quienes cuentan con los inventarios suficientes para proveer de este importante insumo al cultivo del arroz.

Fedearroz en cumplimiento de su misión como gremio representativo de un sector básico para la provisión de alimento para los colombianos, mantiene a pesar de la compleja situación que nos aqueja, su alto grado de compromiso con el sector y con el país.

Estamos seguros de tener todas las herramientas para que nuestros agricultores, sigan garantizando, como lo han venido haciendo, la provisión de este preciado grano que ahora más que nunca, tiene una enorme importancia en medio de la prueba de supervivencia en que todos nos encontramos”.

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