Ante el sacrilegio perpetrado el pasado 19 de junio, al sagrario del oratorio San Juan Pablo II de la capital departamental, la Diócesis de Yopal excomulgó a los autores de esta afrenta.
La medida de orden religioso fue firmada por el obispo Edgar Aristizábal Quintero.
Para la Iglesia la comunión es lo más sagrado y la suma de toda la fe católica, por eso quien arroje por tierra los elementos sagrados, se los lleve o los retenga, incurre en una excomunión latae sententiae (amplio sentido).
Por el momento el sagrario permanecerá cerrado, hasta que el obispo diocesano realice una ceremonia de reapertura, como acto de desagravio.