Con la celebración hoy del Miércoles de Ceniza, fecha que da inicio a la temporada de cuaresma que tiene un especial significado para la Iglesia Católica,  el obispo de la Diócesis de Yopal monseñor Edgar Aristizabal envió un mensaje de unión a toda la comunidad en general.

El religioso invitó a que este ritual no quede en un signo externo de fe, sino que permita al pueblo creyente reconocer, primero que Dios nos ha llamado a la vida y segundo que nos invita a amar al prójimo.

Es por ello que se hace necesario sanar el corazón, entendido como un llamado al perdón, a la aceptación del otro como un ser distinto, pero con los mimos derechos que nosotros.

Solo de esta manera se puede dar un paso en el sedero de la paz y la reconciliación, en un país que se encuentra dividido, un departamento que sufre y una ciudad que lamenta la muerte de tantos seres queridos, así como el número de hogares divididos.

“No podemos seguir así. Hay que cambiar. La cruz es signo de amor”, precisó monseñor, quien además explicó que en medio de esta temporada cuaresmal los feligreses pongan en práctica un lema muy sencillo, propuesto por la Diócesis. “Levántate y ponte en camino”. Frase que se resume en seguir a Jesucristo.

Recordó igualmente el mensaje del papa Francisco de dejar las esclavitudes impuestas por el pecado. “No podemos seguir dependiendo de una tentación o de una debilidad. No podemos seguir odiándonos y despreciando al hermano. Necesitamos cambiar”, resaltó el obispo de la Diócesis de Yopal.

 

 
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Así quedó definido en reunión entre el secretario de Educación del municipio, Juan José Sarmiento y Monseñor Édgar Aristizábal, obispo de la Diócesis de Yopal, quien desde un inicio tuvo buena disposición de brindar una mano amiga, ante una dificultad que se registra por falta de sede propia de esta institución educativa.

Lo primordial para la Secretaría de Educación de Yopal, es buscar una alternativa provisional para que al inicio de clases, los estudiantes de la institución educativa Centro Social, puedan comenzar sus clases sin ningún percance.

La reunión no tardó más de una hora, entendiendo la importancia del tema y la voluntad de monseñor Aristizábal. Se conversó sobre algunas adecuaciones, entre las que se encuentra la adaptación al restaurante escolar, para poder preparar los alimentos del Programa de Alimentación Escolar.

Cabe recordar que la sede donde venía funcionando el Centro Social debió ser entregada a las propietarias, las Hermanas de la Caridad Dominicas de  La Presentación de la Santísima Virgen, quienes hicieron la solicitud de devolución del predio cada año, desde el 2016 y al finalizar el 2023, el municipio hizo entrega de la sede a sus propietarias.

“Debemos hacer alianzas para el beneficio de la comunidad educativa del Centro Social y seguir adelante con la tarea de educar a nuestro niños, niñas y adolescentes”, indicó monseñor Édgar Aristizábal, al momento de llegar a un acuerdo con el licenciado Sarmiento, secretario de Educación de Yopal,  sobre las condiciones del arrendamiento de una de infraestructura de su propiedad, en donde funcionará la institución Educativa Centro Social en este año escolar.  

Contexto

La creación del Centro Social está ligada a la llegada a Casanare de las religiosas Celina Inés, Matilde Inés, Julia Lucía y Vicente del Rosario de la Comunidad de las Hermanas de la Caridad Dominicas de la Presentación de la Santísima Virgen, quienes llegaron a Yopal el 27 de abril de 1.967

Así como ahora se recibe la mano de Monseñor Édgar Aristizábal, Obispo de la Diócesis de Yopal, desde el comienzo el crecimiento y desarrollo del Centro Social ha estado ligado a la Iglesia Católica, con el apoyo de los obispos Arturo Salazar Mejía y Olavio López Duque, quienes orientaron a las Hermanas en su labor educativa.

Inicialmente la Hermana Lucía Elvira Gaitán tuvo la iniciativa de crear el Centro Social Bachillerato  Nocturno y la Hermana María López, gestionó la creación de la jornada Sabatina ara primaria, con el modelo pedagógico de CAFAM.

En el año 2002 por la reestructuración administrativa que se genera por las políticas del Ministerio de Educación, se fusionan el Centro Social La Presentación con el Centro Social Bachillerato, el Centro Social  Bachillerato Nocturno y la sección sabatina Primaria, nombrando como su rectora  a la hermana Ana Margarita Báez Gómez.

Las Hermanas  de la Presentación tienen la administración del colegio hasta el 2012, año en el que por determinación de las directivas de la comunidad religiosa, se entrega  la dirección de la institución educativa a la Secretaría de Educación de Yopal.

Desde el 2014 a la fecha, ejerce como rectora de esta institución educativa,  la licenciada María Teresa Prieto Herreño.

 

 

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Ante el sacrilegio perpetrado el pasado 19 de junio, al sagrario del oratorio San Juan Pablo II de la capital departamental, la Diócesis de Yopal excomulgó a los autores de esta afrenta.

 

La medida de orden religioso fue firmada por el obispo Edgar Aristizábal Quintero.

 

Para la Iglesia la comunión es lo más sagrado y la suma de toda la fe católica, por eso quien arroje por tierra los elementos sagrados, se los lleve o los retenga, incurre en una excomunión latae sententiae (amplio sentido).

 

Por el momento el sagrario permanecerá cerrado, hasta que el obispo diocesano realice una ceremonia de reapertura, como acto de desagravio.

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“La actual celebración de la Semana Mayor ha sido atípica debido a que por la pandemia hemos tenido que permanecer en casa; sin embargo, no por ello vamos a dejar de vivir nuestra fe, de celebrar los misterios de salvación y la vigilia pascual desde nuestros hogares, aprovechando los medios de comunicación, la televisión, la radio e internet”, consideró Monseñor Edgar Aristizábal, Obispo de la Diócesis de Yopal.

Agregó que, cada parroquia se ha organizado para mantener contacto con sus fieles e incluso motivar a otros a acercarse a Dios. Ejemplo de ello, el Jueves Santo, con la Eucaristía de la Cena del Señor, inicio del triduo pascual de la pasión, muerte y resurrección, una de las celebraciones centrales de la Semana Mayor, la cual fue transmitida desde la Catedral de Yopal.

Otro de muchos ejemplos son las tres parroquias de Villanueva, al sur de Casanare, donde los tres sacerdotes vienen realizando las celebraciones juntos y llegando a la comunidad a través de radio y redes sociales. “Ha sido una experiencia muy bonita, los fieles nos siguen y también hay familias que dan testimonio de que están orando unidos”, manifestó el Padre Luis Alfredo Sandoval, de la Parroquia de Sagrado Corazón de Jesús.

El Párroco añadió que, “esta Semana Santa ha sido única porque hemos vuelto a como fue el inicio de esta celebración, en familia, y se están viviendo mejor los misterios de la Semana Santa, pues cada uno lo vive de manera personal; el mayor aprendizaje ha sido recordar que Jesús celebró una pequeña Eucaristía con doce discípulos, que en los primeros siglos se vieron pequeñas comunidades cristianas, que una parroquia es la reunión de pequeñas comunidades, y que la familia es la primera célula de la Iglesia donde se vive la fe”.

Tiempo de cambios

El Obispo de Yopal invitó a los fieles a seguir viviendo cada celebración en casa, obedeciendo la medida de aislamiento obligatorio y reflexionando “qué espera Dios de nosotros, cómo esperamos que siga el mundo, porque si pasamos la cuarentena del coronavirus y salimos igual o peor, habremos perdido el tiempo; este momento nos debe llevar a un verdadero cambio personal y como hermanos”.

Agregó que no se debe salir a procesiones, que no es posible realizar el Viacrucis por las calles, pero sí se puede seguir las celebraciones religiosas, incluso las del Santo Padre Papa Francisco desde Roma, en tiempo real a través de los medios de comunicación.

Para Monseñor Aristizabal, esta experiencia “nos ha enseñado a vivir la necesidad de sentirnos un poco aislados, de saber que no se puede dar un abrazo, un beso o un apretón de manos, porque lo importante es cuidarnos”; por eso también hizo un llamado a no dejar de lado a los más necesitados y ayudarlos; a aprovechar la cuarentena para lograr una renovación espiritual, crecer en el encuentro con Dios día a día y para poner en orden muchas cosas de la vida de cada uno.

Reconoció que “poco a poco, guiados por tantas ofertas del mundo, la Semana Santa se nos iba convirtiendo como en una semana de vacaciones, de parrandas y mucho más; entonces, este momento ha sido más de encontrarnos con nosotros mismos y con quienes compartimos en casa o a través de los medios virtuales”.

 “Doy gracias a Dios por esta oportunidad, pues no lo considero un castigo, sino una posibilidad de cambio; es claro que el mundo nos está exigiendo, la naturaleza nos está exigiendo y este virus nos dice: no es el dinero ni es el poder, hay que cuidarnos”, enfatizó.

Arrepentimiento y comunión espiritual

Para vivir la Comunión y la Confesión, dos importantes sacramentos para los fieles católicos, el Obispo de Yopal recomendó que, como no es posible confesarse por teléfono, lo que se puede hacer en casa es pedir perdón, teniendo en cuenta que lo central es el arrepentimiento.

“No es que esté supliendo el sacramento, sino que después cuando lo pueda vivir lo hago, pero por ahora lo que podemos hacer es sentir verdadero arrepentimiento y orar por esa situación”, explicó. “Y lo segundo, la comunión espiritual, como no puedo ir al templo, hago una oración sencilla, es dar gracias a Dios y pedir que nunca nos abandone”.

Desconectarnos para orar

El líder de la iglesia católica de la Diócesis de Yopal, también invitó a los casanareños a tener presente que, aunque “los medios nos permiten estar conectados con el mundo entero y con todo lo que uno quiera porque lo encuentra en internet, también es importante desconectarnos para no volvernos esclavos de ellos y vivir más ese encuentro interior personal, de oración, renovación y relación con los seres queridos”.

Recuperar tradiciones

Para vivir la Semana Santa en casa de la mejor manera, el Padre Luis Alfredo Sandoval de Villanueva, recomendó rescatar el altar familiar, organizar un lugar para vivir la presencia de Dios, y durante las celebraciones colocar signos. Por ejemplo, el signo del Jueves Santo es el mandamiento del amor, del compartir y la solidaridad, colocar algo para compartir.

El Viernes Santo, el día del silencio, de la muerte del Salvador, el signo central es la cruz, colocarla en el altar y otorgarle el valor de la salvación.

Y Sábado Santo, el día de la luz, una vela encendida que representa a Cristo vivo y resucitado; y si se tiene agua bendita hacer la señal de la Cruz con ella. “Son signos bonitos que si los logramos rescatar lograremos un momento importante para nuestras familias”, aseguró el Párroco. 

Celebraciones continúan

Monseñor Aristizábal recordó que la programación de la Semana Mayor continuará transmitiéndose en las redes sociales. Viernes Santo: en la mañana, Viacrusis; en la tarde, celebración litúrgica de la pasión de Cristo y contemplación y adoración de la Cruz, y Sermón de las siete palabras.

Sábado Santo: vigilia pascual, celebración de la resurrección de Jesucristo, desde la Catedral a partir de las 7:00 de la noche. Y Domingo Santo: celebración de la pascua.

Finalmente, el Obispo de Yopal destacó el trabajo de las comunidades parroquiales y los medios de comunicación para continuar difundiendo el mensaje de Dios, con esmerada y sentida presencia de los sacerdotes para acompañar la vivencia de la fe y la gracia del amor que lleva a una nueva vida.

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