Gestión, disciplina y el cumplimiento de compromisos adquiridos caracterizan al subdirector para la Reducción del Riesgo de Desastres de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres -UNGRD-, Guillermo Velandia, un casanareño hecho a pulso,  ingeniero civil de la universidad de La Salle, especialista en Ingeniería de Sistemas Hídricos Urbanos de los Andes, con más de 12 años de experiencia en la formulación, diseño y ejecución de diferentes obras civiles en entidades del sector público.

En su Casanare natal bien puede andar con la “pata al barro volteando por la cabeza a una res para marcarla”, o en Bogotá -su sede obligada de trabajo-, portando un vestido sastre de la mejor marca. Obsesivo con la agenda, igual puede estar un día dirigiendo el equipo de personas a su cargo o al siguiente en cualquier ciudad de Colombia en donde se adelantan las obras por las que debe responder.

El cargo de este casanareño es la cuña entre la anticipación y la atención del desastre. Son tres las subdirecciones en la UNGRD; la de Gestión del conocimiento con la que se procura reordenar el territorio, la de manejo de desastres o atención propiamente dicha, y la de gestión del riesgo y los desastres, la de Velandia, desde donde se actúa en la intervención física o de infraestructura para evitar la ocurrencia de siniestros.

Desde allí, dirige obras de envergadura valoradas en cuatro billones de pesos, pero él prefiere verles otro valor diferente: la tranquilidad que da a los ciudadanos afectados o en riesgo de que van a estar más seguros.

Un hombre tímido a quien le gusta la palabra

Quien lo aborda por primera vez podría construir la imagen de una persona tímida en exceso, retraído en las meticulosas notas de la agenda de trabajo. Sin embargo, sorprende que argumente que gran parte del éxito de su gestión radique en dialogar con las comunidades.

“A veces la gente solo quiere que la escuchen, pero sinceramente, que su historia y la de su comunidad son importantes. En todos los proyectos había resistencia de una parte de la ciudadanía o veedores, ya que se sentían defraudados. Lo primero que hago en todos los escenarios es permitir que hablen, tomar atenta nota e incorporar sus inquietudes al desarrollo de las obras. Y sorpréndanse, ahora tenemos aliados por doquier” asegura Velandia, quien recuerda que dos veedores viajaron por su cuenta y riesgo hasta Bogotá, solo para agradecer la intervención de su entidad en las obras que necesitaban.

Y advierte que el diálogo debe ser acompañado de acciones. De esa manera, logró agilizar los tiempos de respuesta en los proyectos. Mientras se adelantaba con alcaldes y gobernadores el cruce de correspondencia protocolaria y lenta -por la burocracia comunicativa-, iban adelantando la entrega real de documentos en tiempos más abreviados para poder lograr la aprobación de esos proyectos.

Una representación de Casanare más real en Bogotá

Recurrentemente se plantea por los casanareños la necesidad de participación en las instancias nacionales, pero esta se limita al nombramiento de un solo funcionario en el mejor de los casos. Así lo entendió Velandia y, generosamente, invitó a 20 casanareños a que lo acompañaran en la subdirección, desde luego gestionando el visto bueno del director general, Eduardo José González. Una buena delegación en todo el sentido de la palabra. Allí se encuentran desde jóvenes profesionales en diferentes áreas, hasta quien fue su jefe hace muchos años en la secretaría de obras de la Gobernación de Casanare; la vida tiene sus maneras de recompensar.

De hecho, el segundo a bordo en la subdirección, es el ingeniero Edwin Miranda, ex gerente de la empresa de servicios públicos de Yopal, “acá demostraron de qué está hecho el llanero, respondieron con creces al reto. En algún momento, todos ellos deberán volver a Casanare cargando en su equipaje con todo lo aprendido porque acá la cosa es a otro ritmo, y eso puede ser un aporte al departamento”, afirma convencido Guillermo Velandia.

Criollito de pura cepa

Así como ha viajado por el mundo y se ha preparado, Guillermo Velandia, creció con el barbiquejo del sombrero puesto, entre corrales de las sabanas inundables del llano. “Yo me siento llanero de la raíz al cogollo, está en mis genes” dice con el acento propio de quien descansa la lengua entre los dientes.

“Mi padre toda la vida se ha esforzado por hacer empresa, tiene una importante ganadería y cultivos de palma en la misma finca, en tierras de Orocué. Durante diez años, siendo casi un niño, yo era el que hacía las faenas con 30 vaqueros, levantándonos a las cuatro de la mañana, ensillando los caballos y recogiendo el ganado. Solo cuando volvíamos con el primer lote, a las 11 de la mañana, desayunábamos porque así es la costumbre” recuerda.

Y sigue en la misma línea: “Acá en Bogotá me pongo el ‘outfit’ del día, como le dicen al vestir, pero en Casanare me pongo el sombrero, muchas veces descalzo, otras veces con botas, y hago el trabajo de llano.  Incluso practico el coleo, aunque he disminuido por las múltiples ocupaciones”.

Con emoción casi infantil recuerda: “Crecí entre Orocué y Yopal. En la capital de Casanare recorrí sus calles, viví en los barrios La Pradera, Alcaraván y Los Helechos. Estudié la primaria y hasta el grado 9 en el colegio Juan Pablo II, hoy Antonio Nariño.

Reconocimientos

Hoy, su oficina en Bogotá parece un consulado de Casanare. Sobre su mobiliario exhibe todos los reconocimientos que instancias departamentales y municipales le han hecho. La Medalla Ramón Nonato Pérez de la Gobernación de Casanare allí, las de las alcaldías de Pore, Sabanalarga, Villanueva y otras más acá, rebosan un anaquel que mandó a instalar. Y las que tal vez más le gustan, las que porta en su chaleco de la UNDGR por donde va.

“Un día legué a la oficina donde las había puesto y me dije: las voy a portar en el chaleco que nos ponemos cuando vamos a territorio para portar con orgullo las banderas de mi Casanare. Es un placer cuando me preguntan, me gusta para poderles decirles qué es Casanare, que existe, que es una tierra de gente buena, trabajadora”. Sí, eso me hace feliz, enfatiza con una sonrisa”.

 

Inversión Histórica en Casanare

En Casanare la UNGRD, lleva a cabo la ejecución de 12 proyectos, en nueve municipios, por alrededor de $200 mil millones de pesos, con soluciones de mitigación y reducción del riesgo en las comunidades vulnerables que estaban presentado afectaciones por inundaciones y erosiones.

En Maní, Orocué, Paz de Ariporo, San Luis de Palenque, Pore, Recetor, Sabanalarga, Villanueva y Yopal, se llevan a cabo obras de control de inundaciones, erosión, contención y estabilización.

“Por primera vez, Casanare tuvo una magnífica oportunidad que la pudimos aprovechar, gestionando y trabajando en equipo con los alcaldes, en un sentimiento común, ayudarle a la gente, con resultados favorables. Ahora los habitantes de estas localidades van a dormir más tranquilos, sin el temor de que los ríos afecten su entorno”, explica Guillermo Velandia.

Obras de impacto

En el municipio de Villanueva la UNGRD invierte $36.955 millones, en dos proyectos; la construcción de obras de protección en la margen izquierda del rio Upía, sobre la Marginal del Llano en la vereda Caracolí, y la construcción de obras de protección sobre la margen izquierda del río Upía sectores Caracolí y El Horquetón, aguas arriba del puente sobre la Marginal del Llano y 22 km aguas abajo.

En Yopal, con el convenio para la realización de las obras de control estructural para la estabilización y protección de la margen derecha del río Cravo Sur, en el sector del parque de La Iguana y en el sector urbano de la calle 8 hasta la urbanización El Paraíso, con una inversión de más de $40 mil millones, se espera beneficiar a cerca de 100 mil personas, con un pedraplén de 1580 mts, en la margen derecha y protección con geo contenedores del k1+740 al k2+120.

En esta obra, en la cual la UNGRD invierte $35.640 millones, se evidencia un leve retraso con respecto a la programación, debido a los múltiples tropiezos que tuvo para su inicio. El liderazgo de Guillermo Velandia fue clave, ya que se apersonó del proyecto y acogió tanto los cuestionamientos, como las observaciones de las veedurías, comunidades y medios de comunicación, realizando reuniones periódicas, junto con la Gobernación y Corporinoquia, en donde se disiparon dudas, se hizo claridad y se entregó información de primera mano sobre los alcances de la obra, que deberá entregarse a mediados de junio de 2023.

A su vez Sabanalarga recibió acompañamiento de la UNGRD por $32.539 millones, para tres proyectos; la construcción de obras de mitigación y protección de la Planta de Tratamiento de Agua Potable, la construcción de obras, entre el puente El Secreto y el sector El Secreto, para mitigar el riesgo por inundación y socavación en la margen izquierda del río Upía, y la construcción de un dique sobre la margen izquierda del rio Upía y Lengupa, de altura promedio de 4m. con una intervención aproximada de 1760 ml. también en el centro poblado El Secreto.

En Pore, con una inversión de $ 20.433 millones, se adelanta la    construcción de obras de protección en puntos críticos de la margen izquierda del río Pauto, veredas San isidro y Matalarga.

En Maní, se adelantará la construcción de un dique en la margen izquierda del río Cusiana, entre el puente Canoero y la desembocadura del río Unete y la construcción de geotubos en el sector de Hanta Helena del Cusiva al margen del río Cusiana, con una inversión de $19.426 millones.

En San Luis de Palenque, se tiene previsto la construcción de obras de mitigación y protección fluvial sobre la margen derecha del río Pauto en el barrio Guasimal y la vereda Macuco, con una inversión de $10.202 millones.

En Paz de Ariporo, con una inversión de $9.782 millones se ejecutan trabajos para mitigar el riesgo por inundación mediante la adecuación hidráulica y construcción de obras de protección en la margen derecha del río Ariporo, en el sector de la vereda Sabaneta.

En Orocué se lleva a cabo la construcción de obras de protección sobre la rivera del río Meta en el casco urbano, con una inversión de $ 9.499 millones de pesos.

En Recetor, mediante convenio con el Municipio, y con una inversión de $8.768 se adelantarán obras de mitigación de riesgo asociados a fenómenos de desbordamiento y socavación en el río Recetoreño, el caño Lava Patas y la quebrada Aguabuena.

“Me siento satisfecho ya que llegamos con realidades a los municipios de Casanare, no con promesas, para que la gente vuelva a creer en las instituciones, logrando además la reactivación económica en los municipios, con la ejecución de estos proyectos”, concluye Guillermo Velandia, y reitera que está, listo y preparado para lo que venga.

Proyectos de la Nación en las regiones

Los antecedentes que ha tenido el país en materia de desastres conllevaron a que el Gobierno Nacional haya fortalecido sus entidades y organismos para la atención de emergencias tanto para la prevención como para actuar en momentos de calamidad.

La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo ha logrado transformarse y convertirse en una de las instituciones de mayor reconocimiento, por la respuesta que ha dado a las diferentes solicitudes de gobernadores, alcaldes y comunidad, por situaciones generadas por fenómenos naturales, especialmente.

Seis millones de colombianos han sido beneficiados con los distintos proyectos que se han desarrollado en la entidad, a través de la Dirección de Reducción de Riesgo.

Cuatro billones, 300 obras, 29 departamentos

A la fecha, en el cuatrienio del actual gobierno Nacional, se vienen ejecutando cerca de 300 obras en 29 departamentos con una inversión de Cuatro billones de pesos, recursos que no tienen referente histórico y que ratifica la importancia que se le ha dado a un tema fundamental para el país como la prevención y mitigación.

Guillermo Velandia es enfático en señalar que cada gobernante que presentaba su iniciativa, se le apoyaba, se le prestaba la asesoría para la aprobación de la misma y que claramente se vieron reflejados en la autorización de obras con su respectiva orden presupuestal como ocurrió con Santander que obtuvo 49 iniciativas siendo el departamento con mayor número de obras viabilizadas con recursos, le sigue Norte de Santander con 31, Magdalena con 26, Córdoba 17, Atlántico 13 y Casanare con 12.

“Estamos dejándole a Colombia proyectos que mitigan y reducen el riesgo, pero lo mejor de todo es que un número importante de conciudadanos de distintas regiones van a poder vivir más tranquilos, dormir sin contratiempos y no van a seguir padeciendo las dificultades por algún tipo de emergencia. Por ello, tenemos ahora comunidades felices, que agradecen el trabajo que se ha realizado a través de la Entidad”, manifiesta Velandia.

 Precisa que, en Girón, Santander, se logró que se aprobaran 20 obras con impacto para su desarrollo, porque se mitigó la problemática de las inundaciones.

Otro de los proyectos interesantes es el relacionado con el proyecto para amortiguar la erosión en la zona costera de Cartagena, donde se requirió no solo de alta tecnología en ingeniería sino de sapiencia y entendimiento con la población (pescadores, comerciantes, operadores turísticos), que veía este proceso de conflictividad por las afectaciones económicas.

Tiene dentro de sus bondades el que se ampliará el tamaño de las playas que pasarán de 15 a 80 metros en una longitud de dos kilómetros en el sector de Bocagrande de la ciudad amurallada, para el disfrute de los turistas y el aprovechamiento de los tienen su sustento con las distintas actividades y los establecimientos apostados en esa zona.

Guillermo Velandia asegura que, el éxito y los excelentes resultados en la institución obedecen a que lo concertado y los compromisos adquiridos con los gobernadores, alcaldes y comunidad, se cumplieron a cabalidad permitiendo ratificar que mientras haya voluntad y se respeten los acuerdos saldrá ganando la región, el país y sus comunidades.

 

La pandemia de Covid 19 en Colombia cuyo primer caso se registró en marzo de 2020 tuvo un capítulo especial para la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, porque asumió una de las responsabilidades más difíciles debido a que se luchaba contra un enemigo invisible, que tocó enfrentar con todas las capacidades, además del manejo en la entrega de mercados en todo el país, la distribución de las vacunas y la toma de decisiones logísticas que dispuso el Ministerio de Salud y la Protección Social, a través de las resoluciones, circulares y decretos que expidió el ejecutivo, para garantizar el bienestar de los ciudadanos.

“Fue una experiencia enriquecedora porque se adoptaron acciones pensando única y exclusivamente en salvar las vidas de los colombianos. Estuvimos sentados en la Sala de Crisis con el jefe del Estado, sus ministros, comandantes de las Fuerzas Armadas y de los Organismos de Socorro, estudiando y analizando medidas, para mitigar los efectos del virus, y que podemos decir en la actualidad que se adoptaron las precisas”, puntualiza Guillermo Velandia.

  

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La primera temporada de lluvias 2022 en Casanare ya deja 27 emergencias en el periodo comprendido del 1 de abril al 18 de mayo. El informe entregado por la Gobernación de Casanare da cuenta de siete vendavales, seis inundaciones, siete movimientos en masa, dos tormentas eléctricas, una avalancha y socavaciones en vías, viviendas y una línea de gas

Las emergencias más recientes se presentaron este miércoles en Chámeza y Aguazul en donde un vendaval destechó parcialmente dos y tres viviendas respectivamente. En Pore se reportó el colapso de una vivienda por socavación del río La Curama en la vereda El Garzón. También se presentó caída de varios árboles en la ciudad de Yopal, uno de ellos alcanzó a impactar un vehículo. 

Los organismos de socorro, las alcaldías y la Administración Departamental han venido atendiendo con maquinaria cada una de las situaciones que se presentan, y acompañando con ayudas humanitarias las familias damnificadas. 

Ante estas precipitaciones que vienen en ascenso en esta región del país, las alertas hidrometeorológicas por parte del IDEAM son las siguientes:

Pronóstico para hoy jueves en Casanare: se estiman lluvias en amplios sectores, las más fuertes sobre el nororiente y centro del departamento.

En alerta roja el río Cusiana, debido a incrementos súbitos que se han presentado en las últimas horas en el nivel del río y sus aportantes. Se recomienda especial atención en las comunidades ribereñas de los municipios de Pajarito (Boyacá), Tauramena, Aguazul y Maní, ante posibles afectaciones. En los últimos días se han presentado ligeras variaciones en el nivel del río Cusiana en su parte alta, a la altura del municipio de Pajarito (Boyacá). Actualmente el río Cusiana en su parte alta presenta valores de nivel cercanos a los promedios históricos para la época.

Alerta naranja en el río Casanare: debido a incrementos moderados presentados en los últimos días en el nivel del río, a la altura de los municipios de Hato Corozal y Cravo Norte (Arauca). Actualmente el río Casanare en su parte baja presenta valores de nivel por encima de los máximos promedios históricos para la época.

Alerta naranja en el río Ariporo: en las últimas horas se prevén ligeros incrementos en el nivel de este afluente, a la altura de los municipios de Paz de Ariporo y Hato Corozal. 

Alerta naranja en los ríos Pore y Pauto: probabilidad de incrementos súbitos en los niveles de los ríos Pauto, Pore y aportantes, se recomienda especial atención en los municipios de Támara, Pore, San Luis de Palenque y Trinidad. Incrementos moderados se han presentado en los últimos días en el nivel del río Pauto, a la altura del municipio de Trinidad.

Alerta naranja en la cuenca del río Upía. En las últimas horas se prevén incrementos importantes en el nivel del río Upía y aportantes, se recomienda especial atención en los municipios de Sabanalarga y Villanueva. 

Alerta naranja en el río Túa: probabilidad de incrementos súbitos en los niveles en el nivel del río Túa y aportantes, se recomienda especial atención en los municipios de Villanueva, Monterrey y Tauramena.

En alerta naranja por amenaza de deslizamientos los municipios de Aguazul, La Salina, Pore, Sácama y Yopal.

Recomiendan a la comunidad no arrojar basuras ni escombros en quebradas, ríos y calles de centros urbanos. Estar atentos durante los próximos días a los comunicados e información emitida por el Ideam y autoridades de Gestión del Riesgo de Desastres. Atender las indicaciones y recomendaciones de las autoridades, organismos de emergencia y de respuesta. Disponer y compartir con los familiares y vecinos los números telefónicos de los organismos de respuesta municipales. Monitorear el estado de los acueductos veredales y realizar su mantenimiento preventivo. Conocer y revisar los planes de emergencia, las rutas de evacuación y los puntos de encuentro. 

Ante la posibilidad de tormentas eléctricas, vientos fuertes o vendavales, recomiendan buscar un refugio seguro. No exponerse en zonas abiertas, debajo de árboles y estructuras metálicas altas, toda vez que podrían ser objeto de descargas. Evitar actividades deportivas en áreas abiertas en el momento de tempestades. Asegurar y revisar el estado de los tejados y de estructuras elevadas que puedan colapsar en un momento dado por causa de vientos fuertes, por encima de lo normal. Adelantar labores de limpieza de techos, canales bajantes y sumideros. 

 

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Ecopetrol inició un plan de capacitación y entrega de dotación a las brigadas integrales de emergencias de 58 veredas en tres municipios del área de influencia de sus operaciones en el departamento de Casanare. Esta iniciativa busca fortalecer la capacidad de respuesta de las comunidades como primeros respondientes, a través de la sensibilización, capacitación e identificación de los riesgos existentes en su territorio y la entrega de herramientas para el manejo de emergencias.

El proceso de formación es realizado por la Cruz Roja Colombiana Seccional Casanare y se desarrolla en tres etapas: en la primera la comunidad recibe capacitación sobre las nociones básicas de la gestión del riesgo, planes comunitarios de riesgos, zonas y mapeo de riesgos y se realiza la socialización del Plan de Contingencia PDC de Ecopetrol.

En la segunda etapa se conforma la brigada integral de emergencia de cada comunidad, la cual recibe una formación de 40 horas en manejo de emergencias, evacuación, atención básica de heridos y prevención y control básico de incendios menores.

Camilo Colmenares, coordinador del Comité de Gestión del Riesgo de Desastres del corregimiento El Morro destacó la iniciativa. “Excelente capacitación y muy agradecido por las herramientas que hoy nos brindaron”, dijo Colmenares.  Por su parte, Jorge Cortés, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Aceite Alto, en Tauramena habló sobre la importancia de conformar la brigada integral de emergencias de su comunidad.

“La conformación de brigadas de emergencia es fundamental para nuestras comunidades. Siempre debemos estar preparados para un evento inesperado y precisamente para eso tenemos los conceptos básicos, claros y primordiales para atender y salvaguardar la vida”, señaló el líder comunal.

La última etapa del plan consiste en la entrega de herramientas por parte de Ecopetrol para el manejo de emergencias, como kits para brigadistas, kits de inmovilizadores, botiquines tipo C y kits de incendios forestales.

“Recibimos los certificados de nuestros rescatistas y los kits contra incendios y el kit de primeros auxilios para beneficio de nuestra comunidad” manifestó Luz Mery Molano, presidente de Junta de Acción Comunal de la vereda Upamena, en Aguazul.

El kit de brigadista consta de botiquín, brazalete, chaleco, linterna, paleta de señalización, silbato, casco visera y faldilla, par de guantes de carnaza y un extintor de 20 libras multipropósito. El kit de inmovilizadores para primeros auxilios está compuesto por dos férulas espinales largas “camilla” para adulto con sus respectivos inmovilizadores laterales y dos collares cervicales; y el botiquín tipo c portátil contiene insumos de primeros auxilios de acuerdo con la resolución 0705 de 2007.Y el kit de incendio forestal incluye 10 batefuegos, 10 bombas de espalda con capacidad de 20 litros, 10 rastrillos segadores y 10 rastrillos Mcleod.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Se oficializó la apertura del Hospital de Campaña conformado por dos instalaciones tipo hangar, ubicados en la zona de parqueadero del Hospital Regional de la Orinoquía- HORO, en Yopal, como parte del plan de respuesta ante la pandemia por Covid-19.

Las instalaciones a cargo del HORO, están integradas por 60 camas, de las cuales la Gobernación de Casanare donó 24 hospitalarias y 10 camillas de transporte y recuperación de pacientes, totalmente dotadas con los equipos biomédicos necesarios para la atención oportuna de usuarios que puedan complicarse durante la contingencia sanitaria.

El Hospital de Campaña está compuesto por seis contenedores, distribuidos de la siguiente manera: dos para consultorios, dos para el alojamiento de los profesionales de salud encargados de la atención de pacientes y, los últimos dos, dispuestos con duchas, baterías de baños y área de descontaminación.

 

 

 

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La Gobernación de Casanare a través de la Oficina de Gestión del Riesgo de Desastres presentó un balance de las primeras afectaciones en Casanare y conminó a la comunidad a continuar tomando medidas preventivas en aras de mitigar afectaciones en esta época lluviosa.

Ante las emergencias los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo activaron sus estrategias de respuesta, para apoyar a las familias que enfrentan calamidades y restaurar las zonas afectadas.

En el municipio de Paz de Ariporo, el colapso de una  torre de energía dejó sin el servicio a siete  municipios: Pore, Trinidad, Hato Corozal, San Luis de Palenque, Orocué, Paz de Ariporo y Támara. Frente al hecho, Enerca inició el proceso de recuperación y restauración del fluido eléctrico.

Igualmente, debido al desbordamiento del río Ariporo, se registraron  inundaciones en el casco urbano de la localidad (colegio ITEIPA) y veredas  Elvecia, La Bendición de Los Troncos y Sabanetas.

En este municipio, los organismos de socorro y la Alcaldía  realizaron la evacuación de una mujer embarazada con 39 semanas de gestación, tres niños de 2, 7 y 11 años, en la vereda La Bendición de los Troncos.

También, se realizó el retiro del material vegetal que provocó el desbordamiento del  caño La Guadita en el casco urbano, el cual generó inundación en algunas viviendas y sectores del colegio ITEIPA. 

En Hato Corozal, por la fuerte creciente del río Casanare generó inundaciones en las veredas El Cedral, Pueblo Nuevo, La Manga, Altamira, Casanarito, Sarrapio, y San José del Ariporo. Además, se produjo la pérdida de la banca de la vía que conduce a la escuela de la vereda La Manga.

Asimismo, se presentó afectación en la red de distribución del acueducto que beneficia a las veredas Santa Rita, Las Enramadas, y del acueducto de la vereda Chire.

Del mismo modo, se registraron eventos en Yopal y en la vía que conduce hacia los municipios de Sácama y La Salina. En Yopal se produjo la ruptura del tubo que conduce las aguas residuales del corregimiento El Morro hacia la PTAR. Mientras que en la vía Hato Corozal –Sácama, la creciente súbita de una quebrada cerca al puente La Cabuya, desplazó gran cantidad de material vegetal y rocoso sobre el  carreteable obstruyendo el paso. Al respecto, entidades competentes iniciaron acciones para dar soluciones a los puntos afectados.

Frente a estas emergencias, el coordinador de Gestión del Riesgo de Desastres, Leonardo Barón, manifestó que se tiene dispuesto el banco de ayudas humanitarias para socorrer  a las familias una vez los organismos de socorro realicen los debidos censos.

Igualmente informó que se tiene activo y operativo el Banco de Maquinaria para apoyar a los municipios con el fin de hacer frente a las afectaciones que puedan presentarse.

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