Un drama vive una humilde familia que habita en la vereda Centro Gaitán, municipio de Paz de Ariporo. La menor Ofelia Andrea Mesa Duarte, de 13 años de edad, tiene ‘Escoliosis Congénita, debido a malformación congénita ósea y otras cifosis secundarias’, y requiere una operación urgente, por parte de Capresoca EPS, y que se le garanticen los tratamientos y desplazamientos que requiere, para mejorar su estado de salud.

“La niña atraviesa por una difícil situación de salud, ella tiene una deformación de columna, y requiere cuanto antes una operación en el Instituto Roosevelt, la cual se ha programado varias veces, pero la han cancelado, según los médicos por falta de contratación, vencimiento de órdenes médicas, y falta de medicamentos entre otras excusas”, manifiesta angustiado, Jesús Mesa, su padre, quien lleva cerca de tres años, batallando con los problemas de salud de su hija.

“El 15 de noviembre de 2022, se tenía prevista la cirugía, pero llamaron y la aplazaron, por una calamidad del médico para el 1 de diciembre. El 30 de noviembre la valoró el anestesiólogo, se le dio la dieta que tenía que seguir previo a la operación, pero en el transcurso del día me llamaron que se aplazaba de nuevo, porque no tenían los medicamentos que se requerían para la cirugía”, expresa.

Esta operación es clave, para que Ofelia Andrea se recupere y pueda llevar una vida normal, como otros niños de su edad, “los médicos manifiestan que esta operación es urgente, ya que a medida que pase el tiempo, más se va complicando, porque ella va creciendo”, expresa.

Dice Jesús Mesa que, para agilizar el trámite, se han colocado acciones de tutela, y a pesar de incidentes de desacato fallados para que se reconozca el pago de viáticos para el transporte, alojamiento y alimentación de la menor y un acompañante, la EPS ha hecho caso omiso.

“Los médicos han dicho que la no realización de la operación implica el daño de otros órganos, como los riñones, los pulmones y el corazón. Mi niña vive triste, afligida, el año pasado no estudio, esperando la operación y previendo que su recuperación era lenta, y este año estamos en la misma situación, con la incertidumbre, de si la operan o no”, expresa.

Jesús, quien se rebusca la vida como jornalero, lleva más de 10 viajes a Bogotá, y la mayoría de desplazamientos los ha tenido que solventar de su bolsillo. Él clama hoy a Capresoca que cuanto antes se programe la cirugía de su hija, para que termine el calvario, y Ofelia Andrea pueda tener una vida normal, como cualquier niña de su edad.

Publicado en CN

 

 

  

  

    

 

      

 

 

 

 

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