En la madrugada del domingo, los policías del cuadrante de la zona centro, notaron el vidrio de un establecimiento ubicado en la carrera 19 con calle 11, completamente roto.

A las 3:00 de la mañana, el propietario Pedro Alejandro Arias recibió una llamada de los uniformados; su establecimiento relativamente nuevo dedicado a la venta de equipos móviles y sus accesorios, ubicado en pleno centro de la ciudad, había sido víctima de los delincuentes. Manifestó Pedro Alejandro que no es el primer local atacado, y tiene muy claro que se trata de migrantes venezolanos, “son estos jóvenes que vieron como forma de sustento vender accesorios para celulares, y los venden muy por debajo de nuestros precios comerciales, básicamente porque ellos no trabajan en locales, no pagan arriendo, servicios, empleados y mucho menos impuestos” ahora ya en lo que tiene que ver con celulares este el segundo ataque, pero ya otros negocios como una salsamentaría en la 19 con 12 y un establecimiento en la 21 fuero vandalizados.

“Sabemos y podemos estar seguros que se trata de ellos porque antes pasan y amenazan a los comerciantes, antes nos anuncian que van a llegar más, que es sus carritos y tablitas seguirán vendiendo por las calles” según ello les ha ido bien, y se han encargado de “regar la bola” con otros venezolanos para que vengan a la ciudad. Lo que más indigna es que sean ataque solo por causar el daño, manifestó Pedro Alejandro que no se robaron nada, “yo en mi vitrina solo tengo dummies y accesorios, no pongo allí celulares, pero aun así no se llevaron nada, solo rompieron el vidrio, que puede valer poco más de un millón de pesos”.

El comerciante manifestó que es necesario que las autoridades administrativas, alcaldía de secretaria de gobierno le pongan el ojo a la situación, “si no actuamos ahora y tomamos medidas para diciembre este pueblo va a ser imposible estar seguros”, “Yo reconozco que hay algunos ciudadanos extranjeros que han legado a trabajar y ganarse la vida honestamente, pero hay otros que buscan la manera fácil, y vieron que sus tablitas con accesorios que ni sabemos cómo consiguen se les convirtiendo en un buen negocio, donde hacen efectivo casi a diario”. El comerciante agradeció el respaldo de la Policía pero llamó la atención de la administración municipal y de la cámara de comercio, a la que le pagan puntual pero de quien no se han sentido representados ni respaldados.