Alemania se llevó de Brasil la Copa del Mundo 2014, pero dejó una herencia y un ejemplo para todo el mundo.

Hace seis meses llegó un grupo de alemanes llegó a Bahía para construir el hotel que serviría de sede la selección alemana durante el Mundial. Un complejo con 13 pequeños edificios construido por la mano de obra local, lo que generó empleo para los habitantes de la ciudad, quienes no dudaron en agradecerles día tras día.

Pero Alemania no solo generó empleo, también donó 10 mil euros al pueblo indígena de Pataxó para que compren un carro que los ayude al servicio médico la comunidad. Esto provocó que el mánager del cuadro germano, Oliver Bierhoff, recibiera una placa recordatoria de madera previo a la final ante Argentina.

Además, los indígenas tuvieron unos minutos para estar junto a los seleccionados alemanes, siendo uno de los más requeridos el delantero Thomas Müller, a quien le obsequiaron una medalla.

A parte de la donación, el complejo que hoy podría ser un gran complejo turístico, Alemania decidió dárselo al pueblo de Santo André para que sea utilizado como escuela para niños pobres.