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Confusión y angustia en Chiquinquirá tras la desaparición de Laura Valentina Páez Velandia, de 9 años
Otro caso de desaparición de una menor de edad ha conmocionado a la sociedad boyacense. Se trata de Laura Valentina Páez Velandia, una niña de 9 años, quien salió de su casa ubicada en el barrio Juan Pablo Segundo de Chiquinquirá para pasear a su perro, alrededor de las 7:00 p.m. del pasado jueves 16 de enero.
Según las cámaras de seguridad, fue abordada por un hombre que la subió a un automóvil. Este individuo ha sido identificado como Daniel Josué Zambrano Cáceres
Zambrano fue detenido y enviado a la cárcel. Tras ser interrogado, confesó haber arrojado a Laura Valentina al río Minero, ubicado en el municipio de San Pablo de Borbur. Sin embargo, posteriormente se retractó de su declaración inicial.
Las autoridades han intensificado la búsqueda en la zona del río y han encontrado indicios que podrían estar relacionados con la desaparición, incluyendo fluidos biológicos en un vehículo asociado al caso.
El alcalde de Chiquinquirá, Jefferson Caro, informó que se activaron protocolos de búsqueda inmediatamente después de que la familia notificó la desaparición.
Equipos de la Policía, el Ejército y voluntarios están trabajando en conjunto para localizar a la niña. La comunidad ha mostrado gran solidaridad con la familia y se han llevado a cabo esfuerzos para obtener información sobre su paradero.
La situación es alarmante y se suma a otros casos recientes en la región, como el de Sara Michel Vargas Vega. Las autoridades continúan investigando y piden a cualquier persona con información que se comunique con las líneas de emergencia.
Fiscalía entregó restos de dos víctimas de las extintas Autodefensas Campesinas en Casanare.
La Fiscalía General de la Nación llevó a cabo en Tauramena (Casanare) un acto de entrega digna, de los restos de dos víctimas de desaparición forzada vinculadas a las extintas Autodefensas Campesinas de Casanare (ACC).
El minucioso trabajo de investigación realizado por la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos y el grupo interno de trabajo de búsqueda, identificación y entrega de personas desaparecidas (GRUBE) de la Dirección de Justicia Transicional, permitió esclarecer las circunstancias en las que se perdió el rastro de dos hombres en Boyacá y Casanare.
Gracias a estos esfuerzos, se logró su localización y se procedió con el proceso de identificación para cumplir con la entrega a sus familiares.
Una de las víctimas, Solfanor Gamba Padilla, fue forzada a abandonar su hogar en una zona rural de Tauramena el 8 de mayo de 2002. Por este crimen, un juzgado especializado de Yopal (Casanare) condenó a los cabecillas de las ACC a 24 años de prisión por los delitos de desaparición forzada agravada, tortura agravada y homicidio.
Los sentenciados son Héctor José Buitrago Rodríguez (alias El Patrón), Héctor Germán Buitrago Parada (alias Martin Llanos) y Nelson Orlando Buitrago Parada (alias Caballo).
Los restos de la otra víctima identificada corresponden a Luis Alirio Torres Lozano. Este hombre fue obligado a descender de un vehículo en el que se transportaba en la vereda Sirasí, en Páez (Boyacá), el 27 de enero de 2003.
La confesión de ‘Martín Llanos’ y ‘Caballo’ durante una diligencia de indagatoria en septiembre de 2024 confirmó su responsabilidad en esta desaparición.
Fin de la pesadilla: Diana Nieves Ramírez regresó sana y salva al seno de su familia
Horas de angustia vivió la familia de Dina Nieves Ramírez, quien se encontraba desaparecida desde al pasado viernes 09 de febrero, cuando se encontraba jugando microfútbol en el coliseo cubierto del barrio El Palmar, municipio de Paz de Ariporo.
Por fortuna la pesadilla ya terminó, porque Dina apareció sana y salva, está bien de salud y ya regreso al seno de su núcleo familiar, según lo anunció el alcalde de Paz de Ariporo, Camilo Abril Tarache.
Sobre los hechos se conoce que una vez día terminó de jugar, tomó la motocicleta en que se movilizaban, para emprender el camino de regreso a su casa. En ese momento fue abordada por dos sujetos, quienes se movilizaban en un vehículo y se la llevaron a la fuerza.
Versiones extraoficiales dijeron que cerca al lugar de los acontecimientos se encontraba el ciudadano Isidro Naranjo, quien al percatarse de los sucedió salió corriendo del sitio, pero los sujetos le dispararon por la espalda causándole la muerte.
No se descarta que este suceso guarde relación con los homicidios ocurridos el sábado en horas de la madrugada, en la vía Paz de Ariporo – Hato Corozal, donde perdieron la vida un expolicía y un adulto mayor.
Una escabrosa historia: Mujer acepta trabajar para comprar un celular y termina desaparecida
Una llamada telefónica es la única pista que tienen los familiares de Yoleinnys Jiménez sobre su paradero. Ella es una mujer de 39 años viuda, con tres hijos y quien había llegado desde Venezuela, estado Apure, hace algunos años a Casanare, en busca de un mejor porvenir.
Este domingo 20 de agosto fue la última vez que se tuvo noticias suyas. Se contactó con una amiga desde una finca en Tilodirán, donde se encontraba cumpliendo con unos turnos de trabajo, en oficios varios que incluían labores propias de cocina y atención al personal que labora en el lugar.
La llamada la hizo del teléfono de su compañero sentimental, quien por esos días ejercía como encargado de la finca, pues sus funciones cotidianas eran las de ordeñador. Asumió el nuevo cargo de manera temporal, debido al fallecimiento de la esposa del encargado titular.
Así lo confirmó días después Yairith García, cuñada de Yoleinnys, quien se encuentra desaparecida desde ese día. En su relato también contó que su familiar tuvo una relación sentimental con el personaje en mención por espacio de tres años, pero luego de algunos abusos y agresiones por parte el hombre, decidió terminarla.
Rememoró que en una ocasión, en medio de una fuerte discusión, el sujeto la golpeó con una piedra y fue de tal magnitud el escándalo, que fue necesario llamar a la Policía, que le impuso un comparendo al agresor.
Una de las decisiones que tomó el encargado temporal, fue llamar a Yoleinnys para que hiciera unos turnos en la finca La Melania.
Ella aceptó por la necesidad que tenía de comprarse un celular, pero lo que no imaginaba era el escabroso final que le esperaba.
Ante el prolongado silencio de la señora Jiménez, de quien se perdió todo contacto desde el domingo a las 7 de la mañana, la familia decidió interponer la denuncia ante la Fiscalía, sin embargo la respuesta del ente investigador les dejó el amargo sabor de la desilusión.
El lunes 21 de agosto fueron a la casa, de quien sospechan es el agresor. Él al sentir la presencia de las autoridades emprendió la huida. Solo hasta el martes fue capturado, porque la familiar lo entregó. Precisó la cuñada de la víctima en su diálogo con los medios de comunicación.
El presunto responsable fue interrogado. Solo atinó a decir que Yoleinnys salió de la finca a las 6 de la mañana y que desde ese momento no sabe nada de ella.
Versión que los familiares de la desaparecida ponen en duda, porque la última llamada que ella hizo quedó registrada a las 7 de la mañana y desde el teléfono del ordeñador de La Melania.
También dijo Yairith que el sujeto presentaba algunos rasguños en su rostro, moretones, pero estas huellas en la cara no son pruebas suficientes para mantenerlo detenido.
Ante la inocuidad de la acción de las autoridades, decidieron por cuenta propia ir hasta La Melania, para buscar alguna pista de su cuñada.
Allí también llegó la Fiscalía que se limitó a tomar una foto, como lo explicó García, quien agregó que estos funcionarios les dijeron a los familiares de la desaparecida, que hasta ese punto los podía ayudar.
El desconcierto vino cuando recibieron la respuesta para justificar esta actitud. Según García, el ente investigador aseguró que no dispone de los recursos para llevar caninos adiestrados y continuar con la búsqueda del cuerpo, tampoco cuentan personal para internarse en la sabana y cumplir con esta tarea. La precariedad del Estado, es inimaginable.
“Ellos nos sugirieron a nosotros que buscáramos el cuerpo de ella y cuando lo encontráramos los llamáramos para ellos recoger el cuerpo”, indicó Yairith quien agregó, que igualmente les prohibieron acercársele al presunto agresor o cualquiera de sus familiares.
Situación que la familia consideró inhumana porque independientemente de la nacionalidad de la víctima, es un ser humano y tiene derechos en cualquier parte del mundo.
Como si faltara una dosis adicional a este martirio, en la finca fueron testigos de un hallazgo espeluznante. Observaron una carretilla con rastros de sangre mezclada con fango, junto con unas herramientas utilizadas en trabajos de excavación y que no se encontraban en el lugar que habitualmente deberían ir.
También hallaron rastros de un intento de cavar una fosa, con la longitud suficiente para enterrar una persona. Ante este laberinto de dudas sin resolver, ni apyo eficaz del Estado, esperan una ayuda real por parte de las autoridades.
Del señalado responsable dijo que en su círculo laboral y de amigos, lo conocen como una persona correcta, por lo que se resienten a creer que haya podido cometer este hecho.
También manifestó que en una ocasión trató de abusar a la hija mayor de Yoleinnys, en su propia casa. Así mismo lo describió como una persona insegura, excesivamente celosa y que esa tal vez pudo haber sido la causa, que llevó a que esta historia tuviera ese triste desenlace, pletórico de dolor, sangre y peligrosamente enrutado por el camino de la impunidad.