Lunes, 13 Julio 2020 06:42

Piden investigar muerte de Juan Diego, conocido como ‘Tarzán’

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El sábado anterior en horas de la noche, vecinos de la calle 22 con carrera 27 de Yopal, escucharon cuatro disparos que sesgarían la vida del joven Juan Diego Hurtado Orejana, quien se encontraba en condición de calle desde hacia un tiempo por su adicción a las sustancias psicotrópicas.

“Tarzán”, como le decían, fue trasladado al Hospital Regional de la Orinoquía, en donde murió después de recibir atención médica. En horas de la tarde del domingo, por redes sociales circularon sus fotos pidiendo la presencia de algún familiar en el HORO para poder retirar su cadáver.

El pastor y preventólogo, Wilson Acosta, lo recuerda con cariño y pide justicia, "hace siete años sacamos a Juan Diego Hurtado, moribundo, de un canal de aguas en donde intentó suicidarse, Dios es testigo de cómo luchamos en cinco procesos para recuperarlo. Pedimos que se investiguen los hechos, que su muerte no quede impune”, expresó.

Quién fue ‘Tarzán’

Juan Diego Hurtado era un hombre joven, muy conocido por los comerciantes del centro de Yopal, quienes lo recuerdan como ‘Tarzán’, aunque en algunas ocasiones actuaba de manera agresiva cuando pedía dinero en los almacenes para poder pagar su vicio “Bazuco”, una sustancia que desde el año 2010 le arruinó su vida, ingresando en repetidas ocasiones a tratamiento, en la Fundación Tiempos de Restauración, en donde se hicieron ingentes esfuerzos por recomponer su vida.

“Hace varios meses protagonizó un show cerca del negocio de comida El Palacio de la Pizza, donde intentó agredir a un cliente mientras cenaba por haberle negado unas monedas”, refirió un vendedor.

 

El pastor y preventólogo, Wilson Acosta, quien fue su terapeuta personal en varias oportunidades, lamentó el deceso del joven, y recordó, como en el año 2013 logró salvar su vida cuando intentó ahorcarse. “Ese día era su cumpleaños, algunos terapeutas del centro lo vieron en la calle y él se acercó a pedirles dinero, los profesionales se negaron a dárselo porque sabían en que lo iba a gastar, casualmente en la tarde yo pasaba por el sector de Caño Seco, por la carrera 16 con calle 18, cuando vi una multitud de gente, decidí verificar lo que estaba sucediendo y oh sorpresa, era Juan Diego, quien había intentado ahorcarse, y como cosa de Dios la rama se desprendió cayendo al piso desde una gran altura, golpeándose fuertemente la cabeza, lo llevamos al hospital y allá tuvo una recuperación rápida, volvió a la Fundación decidido a dejar las drogas pero nunca pudo lograrlo completamente”, acotó Acosta.

Enfermedad crónica

El preventólogo explica que, la adicción a las drogas es una enfermedad crónica que solo se cura si la persona realmente lo desea a conciencia, “hay tres fases: el uso, abuso y adicción, en esta última es en la que desencadenan situaciones que llevan a los consumidores a la cárcel, a un hospital psiquiátrico o al cementerio”, concluye Wilson Acosta.

Así lo recuerdan

En su cuenta de Facebook, Felipe Yopal, recordó una anécdota vivida con “Tarzán”, hace cuatro años para un diciembre, cuando se organizó una cena para habitantes de calle en el parque Ramón Nonato Pérez, la cual fue un éxito gracias al apoyo de varias personas amigas.

"Al final del día terminamos molidos, tocaba recoger mesas, menaje, cables, y un sin fin de vainas que quedan después de que un evento termina y que siempre son responsabilidad de quien organiza. Mientras todos nos abandonaban del cansancio, Juan Diego, que hacía poco había compartido la cena navideña con nosotros, se ofreció a ayudarnos, tengo que confesar que tuve mis reservas, algunas de las cosas eran prestadas y de valor, así que si se las llevaba iba a ser problema fijo. Mesa a mesa, silla a silla, parlantes y menaje llevó hasta el carro, siempre diligente y agradecido, se quedó acompañándonos hasta el último minuto y no encontraba cómo agradecerle. Cómo no supe y con esa mentalidad básica de que la plata soluciona todo, pues fue lo que le ofrecí, en agradecimiento a su acompañamiento y trabajo. Me dijo: "Si me da plata la embarro, ya comí esta noche y el agradecido soy yo", esas palabras se me quedaron grabadas mientras nos alejábamos, hasta que Juan Diego era una sola sombra al final de la calle”.

Felipe lamentó la muerte de Juan Diego, “no compartí mucho con él, creo que solo fue en cuatro ocasiones, casi que una por año, pero lo que sí puedo decir desde el fondo de mi corazón es que así como no necesitaba plata, tampoco necesitaba que le atravesaran el cuerpo a balazos”, concluye Felipe Yopal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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