“El mural de la reconciliación” plasmado en una de las paredes de la iglesia local es hoy el referente de las víctimas del municipio de Chámeza, Casanare.

Esta acción artística es solo una de varias actividades que se desarrollan con el sujeto de reparación colectiva en la ruta de la implementación de acciones de reconciliación del plan integral de reparación colectiva (PICR) en esta zona del departamento.

La construcción de este mural en torno a la reconciliación es la conceptualización de cómo las víctimas, a través de un proceso de reparación colectiva, lograron la reconciliación con el Estado e incluso con ellos mismos. 

Según el director territorial en Meta y Llanos orientales, Carlos Arturo Pardo Alezones, la aplicación de este plan de reparación colectiva está conformado por cuatro medidas, una de ellas la de rehabilitación, la cual se articuló con la de garantías de no repetición. 

Dentro de esta medida de rehabilitación, los profesionales en territorio realizaron tres intervenciones directas con los sobrevivientes del conflicto. La primera se dio a través de la reconciliación comunitaria, donde las principales temáticas fueron la verdad, el perdón, el proceso de paz y ley de víctimas que fueron impartidas en espacios pedagógicos, junto con la metodología del componente transformación de escenarios locales de la estrategia entrelazando. Estos encuentros iniciaron en marzo y finalizaron en junio.

La siguiente acción será la entrega de una placa conmemorativa a las víctimas de homicidio y desaparición forzada, la cual está programada para el mes octubre, cuando se espera hacer el cierre oficial con el sujeto de reparación de Chámeza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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La Mesa de Víctimas del Municipio de Recetor, sigue a la espera de la restauración del mural  que como una expresión colectiva realizó el pasado mes de diciembre de 2020, con el apoyo de  Comisión de la Verdad, Enlace Territorial Casanare  y la Diócesis de Yopal en un espacio aprobado por el rector del colegio Fernando Rodríguez de la localidad.

El mural fue borrado, aparentemente de manera accidental por una empresa contratada por la Administración Municipal para pintar la institución, no obstante según argumentó el alcalde Edgard Bernal, se advirtió que esa pared no se pintara.

Según Enrique Galán, enlace de Territorial de la Comisión de la Verdad, pese a la firma de un documento del mandatario local, con representantes de la mesa de víctimas y el personero Personero  Municipal, Wilder Bernal Lopez, quien sirvió de garante para reparar el error y permitir realizar nuevamente el mural, ya han pasado seis meses y no se ha cumplido el acuerdo, revictimizando  las víctimas.

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