El caso de Andrea Cortés, la primera patrullera transgénero de la Policía Nacional, volvió a sonar en los últimos días.
Aunque Cortés ingresó a la Policía hace más de 4 años siendo hombre, con el nombre de Andrés, en el 2018 solicitó ante una notaría el cambio de nombre y una actualización de cambio de sexo en la cédula ante la Registraduría. Luego solicitó a la Policía el cambio de su identidad de género, pero la institución se negó.
Ante la negativa, Andrea entabló una acción de tutela ante un juzgado en el departamento del Cauca, donde prestaba sus servicios.
El juzgado amparó su derecho a la identidad de género y posteriormente la institución apeló la decisión, pero finalmente un Tribunal Superior Civil ratificó la decisión en favor de Cortés.
Además de la batalla judicial, la patrullera se volvió famosa por promocionar lencería a través de sus redes sociales y por protagonizar un video viral con un baile en su vivienda, hecho que fue visto por sus superiores y le acarreó una posible salida de la institución.