Lina María Arbeláez, directora general del ICBF, ha ignorado el llamado que desde el 27 de abril realizan los trabajadores de su institución en todo el país a través de un paro laboral.
Según Carlos Otálora, fiscal de SintraBienestar Casanare, hay un claro incumplimiento de acuerdos con la Dirección Nacional en mayo del 2021 tras el pliego de peticiones que contempla la ampliación de la planta labora.
Faltan por suplir 5.200 en todo el país, según estudio de cargas a nivel administrativo, financiero, atención al ciudadano, defensorías de familia, primera infancia, procesos de protección y derechos de niños, niñas y adolescentes, generando sobrecarga laboral y generalmente al empezar el año en el caso de las órdenes de prestación de servicio OPS, se tramitan casi hasta el mes de abril con el consecuente detrimento en la atención.
De otra parte no hay suficiente supernumerarios para proveer vacaciones o incapacidad. En cuanto a Casanare, solo una persona en atención al ciudadano, solo dos defensores de familia para atender trámites conciliables, agendados hasta seis meses antes.
En el área de protección del centro zonal Yopal, faltan 2 psicólogas y 2 trabajadoras sociales, importantes en la constatación de denuncia o restablecimiento de derechos. En el área financiera y contable faltan 4 funcionarios.
De igual manera en el área técnica, atención de primera infancia y contratos de protección, escasea el personal, teniendo en cuenta que hay personas que manejan hasta 17 contratos con su debido, seguimiento y supervisión.
Agregó el señor Ortiz que en otros municipios como el centro zonal de Paz de Ariporo, se necesita un psicólogo y un trabajador social, es decir que una de las dos defensorías está incompletas, caso parecido se vive en Villanueva donde se requiere un defensor de familia.
De esta forma es muy difícil cumplir con la misionalidas principal cómo es la de proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes, mucho menos con el fenómeno migratorio y desplazamiento de población indígena en el país.
La sobrecarga laboral ha traído consecuencias graves de salud física y mentalen los trabajadores, el tiempo que dedican a la entidad amerita que se haga caso a la solicitud de que se suba dos grados en la escala salarial que maneja la institución, y que les permita capacitarse, bastante difícil por los horarios que deben cumplir los trabajadores.
En cuanto a planta física la sede Yopal y Casanare es muy pequeña, las oficinas no tienen espacios que brinden privacidad las personas debe hablar delante de otras, sobre su drama familiar, las nutricionistas y psicólogas trabajan hacinadas. Adicionalmente no existe un jardín o espacio apropiado para los menores que llegan transitoriamente. Y en lo que hace al personal que labora y quiénes van de paso, no existe cafetería, ni parqueaderos.
El rubro para mantenimiento y reparaciones locativas e insumos de aseo no ha sido asignado. Por estas y otras solicitudes que no han tenido eco en la dirección Nacional, el paro de trabajadores del ICBF es indefinido.