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Con operativos en la frontera Gobierno nacional busca poner freno al contrabando de arroz y papa
Ante los desafíos que enfrenta el sector agropecuario, especialmente en las cadenas de papa y arroz, el Gobierno nacional anunció nuevas medidas para blindar la frontera con Ecuador frente al ingreso irregular de productos agrícolas sin transformación.
El objetivo es frenar el contrabando, la competencia desleal, las prácticas restrictivas y la falta de controles sanitarios, protegiendo así el ingreso de los productores colombianos y estabilizando el mercado.
La ministra de agricultura y desarrollo rural, Martha Carvajalino, destacó que estas acciones responden a directrices del presidente Gustavo Petro: “Estamos defendiendo dos cadenas fundamentales —la papa, que sufre una fuerte caída de precios, y el arroz— mediante una coordinación interinstitucional e intersectorial para preservar la producción agropecuaria y la economía rural”, afirmó.
La estrategia contempla un despliegue intensivo de vigilancia fronteriza por 30 días, liderado por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el INVIMA, la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) y el Ejército Nacional.
Esta intervención busca contrarrestar el impacto de prácticas ilegales que afectan los cultivos de arroz, papa y otros productos clave.
Durante 2024, el 94 % del arroz paddy consumido en Colombia fue de producción nacional, informó el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
Las importaciones desde Estados Unidos se redujeron un 92 % hasta abril, y el volumen total de importaciones disminuyó un 75 %. Sin embargo, debido al levantamiento de restricciones en la exportación de arroz por parte de India, se prevé una baja en los precios internacionales.
Por ello, el Ministerio de Agricultura solicitó aplicar el régimen de Salvaguardia contemplado en la Ley 101 de 1993.
La ministra de comercio, Diana Marcela Morales, señaló la existencia de contrabando técnico y abierto que presiona a la baja los precios internos, afectando directamente a los productores.
Además, la ausencia de controles sanitarios ha facilitado la propagación de plagas y enfermedades.
En respuesta, el ICA, junto con el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Comercio y el Invima, ha realizado más de 350 visitas de inspección a cultivos de arroz, reforzando los controles fronterizos e implementando medidas para detener el ingreso ilegal de papa.
“El contrabando está siendo caracterizado con precisión: se identifican rutas fronterizas y se refuerzan controles en vías, establecimientos públicos y plazas de mercado”, explicó el mayor John Rodríguez, subdirector de Investigación de Policía Fiscal y Aduanera.
Paralelamente, el Gobierno afirmó que impulsa la agroindustrialización de la papa como herramienta para mejorar la competitividad del sector, optimizar su comercialización y abrir nuevas oportunidades en mercados nacionales e internacionales.
El Inivma detalló las acciones de inspección, vigilancia y control (IVC) en puntos de ingreso, especialmente desde la oficina paso fronterizo de Ipiales, y en establecimientos de producción como molinos, buscando mejoras continuas en materia sanitaria.
También reiteró su compromiso de trabajo articulado con autoridades como la DIAN, el ICA y la Policía Antinarcóticos.
Estos anuncios fueron presentados en una reunión de alto nivel en Ipiales, Nariño, con la participación de entidades gubernamentales y autoridades locales.
Gobernador de Casanare alerta sobre difícil situación del sector arrocero
Una grave situación golpea al sector arrocero, actividad agrícola que en Casanare genera más de 40.000 empleos que pueden entrar en riesgo, según advirtió el gobernador César Ortiz Zorro.
La advertencia surge ante el desequilibrio entre los bajos precios de compra del arroz (1.280 pesos/libra) y los elevados costos de producción (1.500 pesos/libra), lo que podría generar un paro nacional y bloqueos viales a nivel país.
El mandatario señaló que la actual cosecha, afectada por las condiciones climáticas y los problemas de comercialización, expone al departamento a pérdidas estimadas entre 400.000 y 500.000 millones de pesos.
Esto se suma a la reducción de regalías y recortes al Fondo de Pensiones Territoriales (Fompet), que ya limitan los recursos disponibles para atender el impacto económico que se puede suscitar ante una posible crisis de este sector productivo.
Frente a este panorama, Ortiz Zorro propuso la creación de una gran mesa nacional para buscar soluciones urgentes.
Esta convocatoria incluiría a gobernadores de regiones productoras, congresistas, representantes del Gobierno nacional y la industria molinera. El objetivo sería establecer medidas inmediatas que eviten el colapso de la producción arrocera.
El gobernador insistió en la necesidad de subsidios estatales para sostener la industria y pidió solidaridad a las empresas molineras, exhortándolas a mejorar condiciones de pago que permitan la sostenibilidad de los agricultores.
Ortiz Zorro recordó que durante sus épocas de representante a la Cámara, fue coautor de un proyecto de ley que busca crear un fondo de estabilización de precios para el arroz, como herramienta para enfrentar las fluctuaciones del mercado.
También advirtió que para el año 2030 entrarán en vigencia la eliminación de aranceles para el arroz importado, lo que podría comprometer la supervivencia del cultivo en el país, si no se establecen políticas públicas claras.
Asimismo, denunció el impacto del contrabando y las condiciones climáticas adversas que afectan las cosechas actuales, agravando aún más el panorama para este gremio.
La situación no solo pone en peligro el sustento de miles de familias casanareñas, sino que amenaza con desencadenar movilizaciones masivas y bloqueo de vías, si no se toman medidas inmediatas.
El gobernador hizo un llamado urgente a todas las instancias del Estado para proteger a uno de los sectores agrícolas más importantes del país.
DANE y Fedearroz revelan resultados del quinto censo arrocero nacional
En un evento oficial llevado a cabo el pasado jueves 21 de marzo en las instalaciones del DANE, la directora de la entidad, Piedad Urdinola, y el Gerente General de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, presentaron los resultados totales del quinto censo nacional arrocero 2023.
Urdinola destacó la sinergia generada entre ambas instituciones, la cual ha generado grandes capacidades basadas en la tecnología y beneficios tangibles, no solo para los productores, sino para el país en general. Resaltó que estos resultados contribuirán a la toma de decisiones, dada la preponderancia del arroz en la dieta de los colombianos.
Por su parte, Hernández Lozano señaló que este quinto censo refleja el impacto de la investigación y la tecnología, detallando aspectos clave como la renovación del parque de maquinaria, la adopción de la cosecha a granel, el uso de semilla certificada y el avance de prácticas innovadoras como el programa de adopción masiva de tecnología AMTEC.
El gerente general de Fedearroz destacó la evolución tecnológica en el proceso censal, pasando de encuestas en papel a la captura en dispositivos móviles y el uso de inteligencia artificial para estimaciones de área con imágenes satelitales, demostrando el compromiso con la eficiencia y precisión de la información. .
Asimismo, resaltó que este nuevo censo es una muestra más de la correcta inversión de los recursos de la Cuota de Fomento Arrocero, administrada por Fedearroz, y recordó la importancia de las alianzas interinstitucionales para el progreso del sector, como la establecida con el DANE, permitiendo reducir costos y mejorar resultados.
Entre los principales datos revelados por el quinto censo nacional arrocero, se encuentran un total de 12.779 agricultores personas naturales (10.898 son hombres y 1.876 son mujeres) y 228 jurídicos, con 589.848 hectáreas sembradas en 2023 y una producción de 3.188.267 toneladas de arroz paddy verde.
Paz de Ariporo, Casanare, se posicionó como el municipio líder en producción mecanizada con 36,338 hectáreas sembradas. El 42,9 % (5.480) de productores de arroz mecanizado residía en la zona rural del municipio donde cultivaban el grano, mientras que el 21,2 % (2.708), vivían en la zona urbana de la misma población y un 20,3 % (2.592) habitaba directamente en las fincas.
Sobre el nivel educativo de los productores la enseñanza primaria es el más alto, alcanzado por la mayoría de los cultivadores de arroz mecanizado: 4.436 hombres y 649 mujeres. Le sigue la educación media con 2.253 hombres y 424 mujeres.
El censo también arrojó una disminución del 20,6% en el número de productores de arroceros, un descenso del 0,7% en las unidades de producción de arroz (UPA) y una reducción del 7,1% en los municipios productores.
Por su parte la viceministra de agricultura, Aura María Duarte, reconoció la valía de estos resultados para la toma de decisiones acertadas, en un sector tan importante para el agro colombiano como el arrocero.
Tras 10 años de éxitos en competitividad, AMTEC es determinante para contribuir a garantizar la soberanía alimentaria amenazada por la crisis climática
Hoy es noticia recurrente los efectos de las altas temperaturas y la ausencia de lluvias, que se hacen evidentes en estragos medioambientales y alertas por el impacto en los sistemas productivos agrícolas, dentro de los cuales por supuesto el arroz tiene una importancia sobresaliente.
El sector arrocero ha estado preparándose desde hace una década, por cuenta de las acciones que implementó Fedearroz, al diseñar el programa de Adopción Masiva de Tecnología AMTEC, que nació de las preocupaciones que ya se advertían de la variabilidad climática y las generadas por la implementación a partir del 2012 del TLC con Estados Unidos.
Este hecho significó un desafío considerable teniendo en cuenta los precios mayoristas del arroz, pues en Colombia rondaba los 1.100 dólares por tonelada, mientras que en el país del norte mantenía cifras cercanas a los 500 dólares, dados los altos subsidios que han otorgado, brecha que representaba un obstáculo significativo para la competitividad del sector arrocero colombiano.
Una década después de la implementación del AMTEC, programa dirigido en todos sus componentes a la preservación de los recursos naturales, el sector arrocero colombiano registra significativos avances expresados en resultados positivos en términos de competitividad, marcando un hito en el avance tecnológico del cultivo de arroz en el país.
En el 2021, mientras Estados Unidos mantenía sus precios de arroz blanco en los 500 dólares por tonelada, Colombia logró una disminución significativa, alcanzando niveles comparables con los de su contraparte estadounidense, reducción esta que muestra la mejora del arroz colombiano frente al mercado internacional.
En la actualidad, los mayores costos de producción derivados de las condiciones climáticas y los inconvenientes logísticos y conflictos internacionales, ha hecho que Estados Unidos esté experimentando un aumento en sus precios, rondando los 730 dólares la tonelada de arroz blanco, que al sumar los costos del transporte llegaría a Colombia a 850 dólares, cifra por encima del valor del arroz colombiano, en el mercado mayorista. Esto indica claramente que se ha venido cerrando sustancialmente la brecha de competitividad, como efecto de la aplicación de los programas de adopción de tecnología, que no deben detenerse, sino por el contrario fortalecerse ante la severidad del cambio climático que el conjunto de la población está experimentando.
Es esta una razón de peso que lleva a considerar como de enorme importancia, continuar aunando esfuerzos entre el gremio y el gobierno nacional, para impulsar todos los programas que han permitido los avances anotados y que de no existir, pueden significar un retroceso enorme, debido al escenario difícil que plantea la variabilidad climática, que tiene unos efectos directos en términos de productividad, situación por la que hoy mucho más que antes, transferir la tecnología disponible a los agricultores es determinante.
No son menos importantes, las altas inversiones hechas por el gremio en plantas de secamiento, almacenamiento y trilla, que sumadas a las instaladas por los agricultores en los últimos años, han contribuido a reducir de manera significativa los problemas de comercialización durante la temporada de cosecha, aunque son necesarias inversiones de este tipo en otras zonas productoras del país como la Mojana.
Fedearroz recibe con beneplácito la manifestación pública expresada por la señora ministra de Agricultura, de acordar acciones conjuntas con el gremio para avanzar en el camino de la competitividad del sector arrocero, dentro de lo cual la asistencia técnica integral a los productores es una herramienta decisiva, que ya ha demostrado la optimización de las diferentes labores en el ciclo del cultivo, con resultados en medio de los cuales, destacamos la considerable reducción en el uso del agua y en la emisión de gases efecto invernadero, en correspondencia a los principios de conservación ambiental de nuestro programa AMTEC. Cada una de las prácticas que llevaron a estos avances deben ser implementados por todos los agricultores, para que tengan la capacidad de enfrentar los desafíos que se van presentando con el paso de los días.
Adicional al aspecto económico y tecnológico que ha sido fundamental para las trasformaciones en el sector arrocero colombiano en la última década, una prioridad ineludible que motiva las inversiones que impulsan la competitividad, es la seguridad.
La creciente preocupación por la inseguridad expresada en diversos hechos delictivos, ha generado la necesidad de un mayor esfuerzo conjunto entre el gremio arrocero y la fuerza pública, pues el clima de incertidumbre que hoy existe obstaculiza los esfuerzos y las inversiones en tecnología para mejorar la competitividad en todas las regiones del país. Es imperativo por lo tanto, que la fuerza pública continúe reforzando las acciones para garantizar un entorno seguro que permita a los agricultores desarrollar su actividad sin temor.
El arroz es muy importante en la canasta básica de los colombianos y sus productores son esenciales para garantizar la soberanía alimentaria del país. En un mundo donde los desafíos globales pueden afectar la disponibilidad de alimentos, es fundamental que Colombia los siga produciendo de manera eficiente y sostenible para satisfacer las necesidades internas y con la capacidad para llegar a contribuir al suministro mundial.
En este contexto, reiteramos que la suma de esfuerzos y experiencias entre el sector privado y el gobierno, es esencial para abordar los desafíos actuales. La voluntad de dialogar y encontrar soluciones conjuntas es un paso positivo de gran valor hacia el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria del país.
Fedearroz confía en que con el respaldo y el compromiso continuo de las autoridades, también podamos superar los desafíos de seguridad y seguir avanzando en la senda del crecimiento y la competitividad en el sector arrocero colombiano, pilares fundamentales para garantizar un futuro próspero para todos los colombianos.
Fedepalma apunta a las prácticas agrícolas bajas en carbono
Puerto Rico (Meta) es la sede donde se desarrolla la agenda de capacitación del proyecto de palma y biocarbono, para la región de la Orinoquia.
El proyecto tiene como objetivo fortalecer las capacidades de los productores, para implementar prácticas bajas en carbono y promover el desarrollo de modelos de negocio sostenibles.
La propuesta es financiada por el Banco Mundial y es ejecutada bajo el liderazgo de Fedepalma y Cenipalma. En el marco del desarrollo de la misma, se han implementado tres pilotos de extensión. También se han programado 17 eventos de capacitación y entrenamiento, cuya finalidad es impactar a más de 220 palmicultores.
En cuanto a los pilotos de extensión, desde Fedepalma se informó que están ubicados en el municipio de Puerto Rico. Localidad donde se adelantó el primer evento de transferencia de conocimientos, con la participación de 30 personas, entre los que se contaban productores de palma, personal técnico.
La siguiente estación en esta iniciativa, es el centro poblado de Pompeya, zona rural de Villavicencio en la vía a Puerto López y Tauramena en el departamento de Casanare.
En el marco del ejercicio de capacitación que se adelanta en Puerto Rico, los participantes tuvieron la oportunidad de visitar la plantación de Cocoseae, que es un establecimiento modelo en la adopción de prácticas bajas en carbono.
También hicieron presencia en tres estaciones destacadas en el uso de leguminosas, para el aprovechamiento de las biomasas, orientadas a mejorar la productividad y sostenibilidad del cultivo, al igual que el manejo de plagas, a través de plantas nectafíreas.
La programación organizada para el certamen comprende giras técnicas interactivas, demostrativas gerenciales, encuentros de resultados e intercambios de experiencias.
El público objetivo son los pequeños y medianos productores, administradores, encargados de las fincas productoras de palma de aceite, asistentes técnicos de los núcleos palmeros y formadores de formadores, como son los instructores del Sena e instituciones educativas.
Otra meta que se quiere alcanzar con el proyecto, es mostrar los alcances de la propuesta de bicarbono, así como socializar los beneficios y costos asociados a las prácticas bajas en carbono, dentro del proceso del aceite de palma.