La Secretaría de Salud de Yopal, decomisó productos del emprendimiento Bastimento Llanero, para luego incinerarlos por orden del Invima por el no registro del cambio de una dirección del establecimiento donde venía funcionando la fábrica de estos productos. La gerente Catalina Suárez, expresó su inconformidad, tristeza y desmotivación, debido a que los efectos para la empresa han sido grandes por cuanto se ha disminuido la demanda del producto y los empleados temen por perder sus trabajos.

Tras conocerse el caso el secretario de salud de Yopal, Carlos Alberto Rivera y la referente de Seguridad Alimentaria Nutricional, Martha Mónica Zamora, explicaron que la Secretaría de Salud debió ejecutar una medida ordenada por el Invima, consistente en iniciar acciones de inspección, vigilancia y control a la empresa Bastimento Llanero SAS porque tienen una razón social que no corresponde a un registro sanitario.

Según Rivera, el 4 de octubre se citó a la gerente de la empresa y notificó de la situación, frente a lo cual ella informa que debió cambiar de domicilio de la empresa por efectos de la pandemia y que ha venido haciendo las gestiones necesarias ante el Invima para corregir el registro sanitario.

Agregó que se le explicó que el Invima notificó que, al intentar realizar una visita de inspección a la empresa, no se permitió el ingreso y por ello se le hizo el requerimiento para que en 30 días se explicaran las causas de la no atención a los funcionarios. Al no responder al Invima, esta ordenó a la Secretaría de Salud Municipal tomar medidas sanitarias de seguridad como la incautación o la destrucción del producto, que fue la utilizada porque la Alcaldía no tiene bodega para guardar productos.

El funcionario dijo que, de acuerdo a lo ordenado por el Invima, se debió decomisar y destruir 1.400 gramos del producto en presentación de paquetes de 100 gramos, por no poseer el registro sanitario actualizado al sitio donde se está produciendo. Si bien los funcionarios de la Secretaría de Salud realizaron lo ordenado, se conoce de las implicaciones económicas para el emprendimiento y se le solicitó tratar de remediar con el Invima el problema y evitar más incautaciones. 

En resumen, la empresa tiene que actualizar la razón social del producto Bastimento Llanero y la dirección de domicilio de producción. El tema es básicamente administrativo y no por el producto alimenticio.

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Ayer martes 13 de septiembre de 2022 se llevó a cabo en la Asamblea Departamental el primer debate en la Comisión Tercera, Educación, Salud y Desarrollo, el Proyecto de Ordenanza No. 023 "Por medio de la cual se crea e institucionaliza el Festival Mundial del Arraigo Llanero, Casanare Palpita".

Ante los integrantes de la Comisión, la secretaria privada Maribel Cely junto al director de Cultura Manuel Montagut presentaron el proyecto de ordenanza, que permitirá posicionar a Casanare como destino turístico y afianzar las raíces de las manifestaciones que producen identidad a los habitantes de este departamento.

Este proyecto cursó debate en la Comisión Tercera, educación, salud y desarrollo social, y tuvo como ponente al diputado Heyder Alexander Silva García, quien señaló qué dadas las condiciones e iniciativa de la administración departamental para aportar los recursos necesarios que saquen adelante esta iniciativa, la Asamblea Departamental hace el llamado para que sea realmente institucionalizado este Festival, con el fin de que tenga el peso suficiente para generar la atracción turística a nivel nacional.

El evento contaría con tres grandes componentes: joropera: Joropo, Zapateo y Barajuste (7 categorías y modalidades de participación).

Festival Mundial del "Arraigo" de la Música Llanera (11 categorías y modalidades de participación).

Feria Agroindustrial, Ganadera y Equina.

El objetivo de la Gobernación es contar con un evento a la altura del Torneo Internacional del Joropo en Villavicencio, la Feria de las Flores en Medellín, el Carnaval de Blancos y Negros en Pasto o el Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco en Neiva.

Este festival del Arraigo busca ser reconocido y ser también un referente cultural a nivel regional y nacional, atrayendo más visitantes para que se cautiven con la variedad y riqueza de la tierra casanareña.

Este proyecto pasará a sesión plenaria, la cual se espera sea realizada el próximo viernes 16 de septiembre.

 

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Gestión, disciplina y el cumplimiento de compromisos adquiridos caracterizan al subdirector para la Reducción del Riesgo de Desastres de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres -UNGRD-, Guillermo Velandia, un casanareño hecho a pulso,  ingeniero civil de la universidad de La Salle, especialista en Ingeniería de Sistemas Hídricos Urbanos de los Andes, con más de 12 años de experiencia en la formulación, diseño y ejecución de diferentes obras civiles en entidades del sector público.

En su Casanare natal bien puede andar con la “pata al barro volteando por la cabeza a una res para marcarla”, o en Bogotá -su sede obligada de trabajo-, portando un vestido sastre de la mejor marca. Obsesivo con la agenda, igual puede estar un día dirigiendo el equipo de personas a su cargo o al siguiente en cualquier ciudad de Colombia en donde se adelantan las obras por las que debe responder.

El cargo de este casanareño es la cuña entre la anticipación y la atención del desastre. Son tres las subdirecciones en la UNGRD; la de Gestión del conocimiento con la que se procura reordenar el territorio, la de manejo de desastres o atención propiamente dicha, y la de gestión del riesgo y los desastres, la de Velandia, desde donde se actúa en la intervención física o de infraestructura para evitar la ocurrencia de siniestros.

Desde allí, dirige obras de envergadura valoradas en cuatro billones de pesos, pero él prefiere verles otro valor diferente: la tranquilidad que da a los ciudadanos afectados o en riesgo de que van a estar más seguros.

Un hombre tímido a quien le gusta la palabra

Quien lo aborda por primera vez podría construir la imagen de una persona tímida en exceso, retraído en las meticulosas notas de la agenda de trabajo. Sin embargo, sorprende que argumente que gran parte del éxito de su gestión radique en dialogar con las comunidades.

“A veces la gente solo quiere que la escuchen, pero sinceramente, que su historia y la de su comunidad son importantes. En todos los proyectos había resistencia de una parte de la ciudadanía o veedores, ya que se sentían defraudados. Lo primero que hago en todos los escenarios es permitir que hablen, tomar atenta nota e incorporar sus inquietudes al desarrollo de las obras. Y sorpréndanse, ahora tenemos aliados por doquier” asegura Velandia, quien recuerda que dos veedores viajaron por su cuenta y riesgo hasta Bogotá, solo para agradecer la intervención de su entidad en las obras que necesitaban.

Y advierte que el diálogo debe ser acompañado de acciones. De esa manera, logró agilizar los tiempos de respuesta en los proyectos. Mientras se adelantaba con alcaldes y gobernadores el cruce de correspondencia protocolaria y lenta -por la burocracia comunicativa-, iban adelantando la entrega real de documentos en tiempos más abreviados para poder lograr la aprobación de esos proyectos.

Una representación de Casanare más real en Bogotá

Recurrentemente se plantea por los casanareños la necesidad de participación en las instancias nacionales, pero esta se limita al nombramiento de un solo funcionario en el mejor de los casos. Así lo entendió Velandia y, generosamente, invitó a 20 casanareños a que lo acompañaran en la subdirección, desde luego gestionando el visto bueno del director general, Eduardo José González. Una buena delegación en todo el sentido de la palabra. Allí se encuentran desde jóvenes profesionales en diferentes áreas, hasta quien fue su jefe hace muchos años en la secretaría de obras de la Gobernación de Casanare; la vida tiene sus maneras de recompensar.

De hecho, el segundo a bordo en la subdirección, es el ingeniero Edwin Miranda, ex gerente de la empresa de servicios públicos de Yopal, “acá demostraron de qué está hecho el llanero, respondieron con creces al reto. En algún momento, todos ellos deberán volver a Casanare cargando en su equipaje con todo lo aprendido porque acá la cosa es a otro ritmo, y eso puede ser un aporte al departamento”, afirma convencido Guillermo Velandia.

Criollito de pura cepa

Así como ha viajado por el mundo y se ha preparado, Guillermo Velandia, creció con el barbiquejo del sombrero puesto, entre corrales de las sabanas inundables del llano. “Yo me siento llanero de la raíz al cogollo, está en mis genes” dice con el acento propio de quien descansa la lengua entre los dientes.

“Mi padre toda la vida se ha esforzado por hacer empresa, tiene una importante ganadería y cultivos de palma en la misma finca, en tierras de Orocué. Durante diez años, siendo casi un niño, yo era el que hacía las faenas con 30 vaqueros, levantándonos a las cuatro de la mañana, ensillando los caballos y recogiendo el ganado. Solo cuando volvíamos con el primer lote, a las 11 de la mañana, desayunábamos porque así es la costumbre” recuerda.

Y sigue en la misma línea: “Acá en Bogotá me pongo el ‘outfit’ del día, como le dicen al vestir, pero en Casanare me pongo el sombrero, muchas veces descalzo, otras veces con botas, y hago el trabajo de llano.  Incluso practico el coleo, aunque he disminuido por las múltiples ocupaciones”.

Con emoción casi infantil recuerda: “Crecí entre Orocué y Yopal. En la capital de Casanare recorrí sus calles, viví en los barrios La Pradera, Alcaraván y Los Helechos. Estudié la primaria y hasta el grado 9 en el colegio Juan Pablo II, hoy Antonio Nariño.

Reconocimientos

Hoy, su oficina en Bogotá parece un consulado de Casanare. Sobre su mobiliario exhibe todos los reconocimientos que instancias departamentales y municipales le han hecho. La Medalla Ramón Nonato Pérez de la Gobernación de Casanare allí, las de las alcaldías de Pore, Sabanalarga, Villanueva y otras más acá, rebosan un anaquel que mandó a instalar. Y las que tal vez más le gustan, las que porta en su chaleco de la UNDGR por donde va.

“Un día legué a la oficina donde las había puesto y me dije: las voy a portar en el chaleco que nos ponemos cuando vamos a territorio para portar con orgullo las banderas de mi Casanare. Es un placer cuando me preguntan, me gusta para poderles decirles qué es Casanare, que existe, que es una tierra de gente buena, trabajadora”. Sí, eso me hace feliz, enfatiza con una sonrisa”.

 

Inversión Histórica en Casanare

En Casanare la UNGRD, lleva a cabo la ejecución de 12 proyectos, en nueve municipios, por alrededor de $200 mil millones de pesos, con soluciones de mitigación y reducción del riesgo en las comunidades vulnerables que estaban presentado afectaciones por inundaciones y erosiones.

En Maní, Orocué, Paz de Ariporo, San Luis de Palenque, Pore, Recetor, Sabanalarga, Villanueva y Yopal, se llevan a cabo obras de control de inundaciones, erosión, contención y estabilización.

“Por primera vez, Casanare tuvo una magnífica oportunidad que la pudimos aprovechar, gestionando y trabajando en equipo con los alcaldes, en un sentimiento común, ayudarle a la gente, con resultados favorables. Ahora los habitantes de estas localidades van a dormir más tranquilos, sin el temor de que los ríos afecten su entorno”, explica Guillermo Velandia.

Obras de impacto

En el municipio de Villanueva la UNGRD invierte $36.955 millones, en dos proyectos; la construcción de obras de protección en la margen izquierda del rio Upía, sobre la Marginal del Llano en la vereda Caracolí, y la construcción de obras de protección sobre la margen izquierda del río Upía sectores Caracolí y El Horquetón, aguas arriba del puente sobre la Marginal del Llano y 22 km aguas abajo.

En Yopal, con el convenio para la realización de las obras de control estructural para la estabilización y protección de la margen derecha del río Cravo Sur, en el sector del parque de La Iguana y en el sector urbano de la calle 8 hasta la urbanización El Paraíso, con una inversión de más de $40 mil millones, se espera beneficiar a cerca de 100 mil personas, con un pedraplén de 1580 mts, en la margen derecha y protección con geo contenedores del k1+740 al k2+120.

En esta obra, en la cual la UNGRD invierte $35.640 millones, se evidencia un leve retraso con respecto a la programación, debido a los múltiples tropiezos que tuvo para su inicio. El liderazgo de Guillermo Velandia fue clave, ya que se apersonó del proyecto y acogió tanto los cuestionamientos, como las observaciones de las veedurías, comunidades y medios de comunicación, realizando reuniones periódicas, junto con la Gobernación y Corporinoquia, en donde se disiparon dudas, se hizo claridad y se entregó información de primera mano sobre los alcances de la obra, que deberá entregarse a mediados de junio de 2023.

A su vez Sabanalarga recibió acompañamiento de la UNGRD por $32.539 millones, para tres proyectos; la construcción de obras de mitigación y protección de la Planta de Tratamiento de Agua Potable, la construcción de obras, entre el puente El Secreto y el sector El Secreto, para mitigar el riesgo por inundación y socavación en la margen izquierda del río Upía, y la construcción de un dique sobre la margen izquierda del rio Upía y Lengupa, de altura promedio de 4m. con una intervención aproximada de 1760 ml. también en el centro poblado El Secreto.

En Pore, con una inversión de $ 20.433 millones, se adelanta la    construcción de obras de protección en puntos críticos de la margen izquierda del río Pauto, veredas San isidro y Matalarga.

En Maní, se adelantará la construcción de un dique en la margen izquierda del río Cusiana, entre el puente Canoero y la desembocadura del río Unete y la construcción de geotubos en el sector de Hanta Helena del Cusiva al margen del río Cusiana, con una inversión de $19.426 millones.

En San Luis de Palenque, se tiene previsto la construcción de obras de mitigación y protección fluvial sobre la margen derecha del río Pauto en el barrio Guasimal y la vereda Macuco, con una inversión de $10.202 millones.

En Paz de Ariporo, con una inversión de $9.782 millones se ejecutan trabajos para mitigar el riesgo por inundación mediante la adecuación hidráulica y construcción de obras de protección en la margen derecha del río Ariporo, en el sector de la vereda Sabaneta.

En Orocué se lleva a cabo la construcción de obras de protección sobre la rivera del río Meta en el casco urbano, con una inversión de $ 9.499 millones de pesos.

En Recetor, mediante convenio con el Municipio, y con una inversión de $8.768 se adelantarán obras de mitigación de riesgo asociados a fenómenos de desbordamiento y socavación en el río Recetoreño, el caño Lava Patas y la quebrada Aguabuena.

“Me siento satisfecho ya que llegamos con realidades a los municipios de Casanare, no con promesas, para que la gente vuelva a creer en las instituciones, logrando además la reactivación económica en los municipios, con la ejecución de estos proyectos”, concluye Guillermo Velandia, y reitera que está, listo y preparado para lo que venga.

Proyectos de la Nación en las regiones

Los antecedentes que ha tenido el país en materia de desastres conllevaron a que el Gobierno Nacional haya fortalecido sus entidades y organismos para la atención de emergencias tanto para la prevención como para actuar en momentos de calamidad.

La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo ha logrado transformarse y convertirse en una de las instituciones de mayor reconocimiento, por la respuesta que ha dado a las diferentes solicitudes de gobernadores, alcaldes y comunidad, por situaciones generadas por fenómenos naturales, especialmente.

Seis millones de colombianos han sido beneficiados con los distintos proyectos que se han desarrollado en la entidad, a través de la Dirección de Reducción de Riesgo.

Cuatro billones, 300 obras, 29 departamentos

A la fecha, en el cuatrienio del actual gobierno Nacional, se vienen ejecutando cerca de 300 obras en 29 departamentos con una inversión de Cuatro billones de pesos, recursos que no tienen referente histórico y que ratifica la importancia que se le ha dado a un tema fundamental para el país como la prevención y mitigación.

Guillermo Velandia es enfático en señalar que cada gobernante que presentaba su iniciativa, se le apoyaba, se le prestaba la asesoría para la aprobación de la misma y que claramente se vieron reflejados en la autorización de obras con su respectiva orden presupuestal como ocurrió con Santander que obtuvo 49 iniciativas siendo el departamento con mayor número de obras viabilizadas con recursos, le sigue Norte de Santander con 31, Magdalena con 26, Córdoba 17, Atlántico 13 y Casanare con 12.

“Estamos dejándole a Colombia proyectos que mitigan y reducen el riesgo, pero lo mejor de todo es que un número importante de conciudadanos de distintas regiones van a poder vivir más tranquilos, dormir sin contratiempos y no van a seguir padeciendo las dificultades por algún tipo de emergencia. Por ello, tenemos ahora comunidades felices, que agradecen el trabajo que se ha realizado a través de la Entidad”, manifiesta Velandia.

 Precisa que, en Girón, Santander, se logró que se aprobaran 20 obras con impacto para su desarrollo, porque se mitigó la problemática de las inundaciones.

Otro de los proyectos interesantes es el relacionado con el proyecto para amortiguar la erosión en la zona costera de Cartagena, donde se requirió no solo de alta tecnología en ingeniería sino de sapiencia y entendimiento con la población (pescadores, comerciantes, operadores turísticos), que veía este proceso de conflictividad por las afectaciones económicas.

Tiene dentro de sus bondades el que se ampliará el tamaño de las playas que pasarán de 15 a 80 metros en una longitud de dos kilómetros en el sector de Bocagrande de la ciudad amurallada, para el disfrute de los turistas y el aprovechamiento de los tienen su sustento con las distintas actividades y los establecimientos apostados en esa zona.

Guillermo Velandia asegura que, el éxito y los excelentes resultados en la institución obedecen a que lo concertado y los compromisos adquiridos con los gobernadores, alcaldes y comunidad, se cumplieron a cabalidad permitiendo ratificar que mientras haya voluntad y se respeten los acuerdos saldrá ganando la región, el país y sus comunidades.

 

La pandemia de Covid 19 en Colombia cuyo primer caso se registró en marzo de 2020 tuvo un capítulo especial para la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, porque asumió una de las responsabilidades más difíciles debido a que se luchaba contra un enemigo invisible, que tocó enfrentar con todas las capacidades, además del manejo en la entrega de mercados en todo el país, la distribución de las vacunas y la toma de decisiones logísticas que dispuso el Ministerio de Salud y la Protección Social, a través de las resoluciones, circulares y decretos que expidió el ejecutivo, para garantizar el bienestar de los ciudadanos.

“Fue una experiencia enriquecedora porque se adoptaron acciones pensando única y exclusivamente en salvar las vidas de los colombianos. Estuvimos sentados en la Sala de Crisis con el jefe del Estado, sus ministros, comandantes de las Fuerzas Armadas y de los Organismos de Socorro, estudiando y analizando medidas, para mitigar los efectos del virus, y que podemos decir en la actualidad que se adoptaron las precisas”, puntualiza Guillermo Velandia.

  

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A pesar de la gran acogida que Alirio sigue teniendo en el país, el llanero pide a las comunidades no caer en triunfalismos, por el contrario pide encarecidamente todo el respaldo para la recta final en esta campaña por el Senado de la República.

Con mucho fervor se vivió la visita de Alirio Barrera a Ibagué, donde, para sorpresa de muchos, hubo gran acogida por parte de campesinos, caballistas, empresarios, ganaderos, comerciantes y líderes se unieron para decirle a Colombia. "Apoyamos al del sombrero porque es de los nuestros”.

Por otra parte, la convocatoria lograda por el número dos del Centro Democrático al Senado de la República resultó supremamente exitosa. En una gira en la que visitó varios municipios, pero en concentración especial en Tunja y Sogamoso, Barrera recordó que su misión en Boyacá no ha sido de ahora, sino de tiempo atrás.

Sobre su gestión en asuntos de desarrollo vial, Alirio dijo que “Cuando estuve de gobernador trabajé para beneficiar a toda la región, por ejemplo, quedó listo en el Pacto Bicentenario la vía que va de Nunchía Morcote, Pisba, Paya”, pero además recordó que ya está en proceso, “la vía Vadohondo, Labranzagrande, Yopal; serán cinco vías las que conectarán a Boyacá con Casanare”, dijo.

Barrera, con el 2 al Senado por el Centro Democrático recordó que: “El alcalde de Sogamoso puede salir a decir si es mentira que antes de campaña yo mismo lo llevé al DNP, donde logramos la gestión del anillo vial para salir de Tibasosa al Crucero, para evitar entrar a Sogamoso, y junto el presidente del Senado y el mismo alcalde, en su momento antes de campaña, estuvimos en mi casa e impulsamos el proyecto para que la nación destine recursos a una doble calzada Aguazul -Sogamso”.

Frente a desarrollo económico, Alirio se comprometió en impulsar un proyecto para la industrialización del campo, para que de esa manera, los campesinos puedan ser quienes aprovecen los subproductos.

“Acá mismo vimos gente que cultiva pera, que cultiva manzana, normalmente una canastilla que vale 45 mil pesos, pero cuando hay cosecha se las llegan a pagar hasta en 7 mil pesos, porque no hay quién vigile la estabilidad de precios, y entonces el comisionista se queda con la ganancia del productor. Los insumos por las nubes, quebrando a las familias campesinas”, indicó Barrera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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