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El lamentable hecho donde pierde la vida una persona se registró alrededor de la 1 de la madrugada de hoy lunes festivo 16 de noviembre, en la transversal 15 con calle 36 en el sector aledaño a Casa Blanca en Yopal.

Según las autoridades de tránsito, la víctima identificada como Esper Andrés Cortes, de 32 años, se movilizaba en una motocicleta por la transversal 15, cuando de repente perdió el control del automotor colisionó con un sardinel y posteriormente chocó contra un poste. Dentro de las hipótesis que se manejan no descartan que el conductor haya sufrido un microsueño.

Se conoció que el motociclista llevaba un buen casco de seguridad y estaba abrochado, al parecer, el hombre falleció en el lugar de los hechos al sufrir un trauma de tórax.

Según las autoridades de tránsito, el hombre quien conducía un vehículo color gris por la carrera 23 con calle 35 embistió a dos mujeres que se movilizaban en una motocicleta vendiendo hayacas la noche anterior.

El conductor huyó del lugar, pero de inmediato los habitantes de este sector emprendieron una persecución logrando detenerlo en la 29 y posteriormente lo entregaron a las autoridades.

Las autoridades de tránsito, confirmaron que la prueba de alcoholemia practicada al conductor dio grado tres y fue sancionado con la multa máxima, mientras que las mujeres víctimas de este accidente de tránsito resultaron con laceraciones y varias fracturas.

Nuevamente las autoridades hacen un llamado a los conductores, para que manejen con responsabilidad y no pongan en peligro la vida de los ciudadanos.

La muerte de un hombre que respondía al nombre de Alexander Calderón en la Finca Guadalupe de la vereda Brisas del Llano de Aguazul, ha causado indignación en la comunidad de este sector, debido a que sus verdugos no solo serían invasores de la propiedad donde vivía, sino que el asesinato se habría producido en presencia de funcionarios de Planeación municipal cuando se realizaban una diligencia para recuperar una parte del predio. 

La denuncia fue dada a conocer por Yesid Calderón hermano de la víctima, a través de los micrófonos del noticiero de la mañana de Caracol Tropicana 106.3 F.M. Casanare Hoy por Hoy. 

“Después de que hicimos esas diligencias con la inspección municipal, se desprendió una ultima diligencia que era precisamente la que estaba haciendo el personal de Planeación municipal el pasado miércoles en la mañana en la que se pretendía verificar los ingresos al río Charte que estaban descritos en el POT (…) una vez allí, llega el señor Ángel Cortes en compañía de su esposa Nelly Vanegas; mi cuñado les manifiesta que no pueden ingresar porque es un predio privado y él sin mediar palabras saca su arma y le dice que lo va a matar” narró Yesid Calderón. 

De acuerdo con el denunciante, Alexander fue perseguido por su verdugo durante varios metros en un potrero, quien accionó el arma en repetidas ocasiones, impactándolo en el pecho y un brazo. Debido a la situación, los funcionarios de Planeación habrían salido corriendo hacía el carro en el que se transportaban atemorizados por el hecho que acababan de presenciar. 

Yesid denunció que luego del hecho “la señora Nelly Vanegas lleva al señor Ángel Cortes y amenazan a un muchachito de 13 años quien es el hijo de la víctima (…) al final le dicen: eso le pasa por meterse con nosotros y el próximo que continua es usted. El señor Ángel después de cometer este acto tan cobarde se va hacía el vehículo del personal de Planeación con el arma en mano y les pide excusas, como si el asesinato de una persona se remediara con una excusa” 

Para Yesid también habrían existido irregularidades en el procedimiento realizado por las autoridades, debido a que, después de cometido el crimen, Ángel Cortes huye del lugar en un vehículo plenamente identificado y es sorprendido en un reten de la Policía; sin embargo, en el reporte de las autoridades el hecho se describiría como una entrega voluntaria. A su vez, habría sido beneficiado con su excarcelación al no ser sorprendido en flagrancia. 

De acuerdo con Yesid Calderón, el arma con la que su hermano fue asesinado nunca apareció. Pese a que la esposa del asesino manifestó que este la había tirado en un caño, el rastrillaje realizado por la Policía no habría dado cuenta de ello.

Ahora Yesid no solo pide justicia por la muerte de su hermano, sino protección para su familia pues “este señor ha demostrado ser bastante agresivo, no solamente ahora sino en muchas ocasiones con toda la vecindad y entonces el señor hoy es un asesino que está suelto, sin saber donde estará, sin saber si realmente ha huido o si estará buscando la manera de hacernos daños”

 

 

A mediados de los setenta, cuando mi padre se radicó con su pequeña familia en Yopal, un hombre alto y extremadamente delgado pasó a ser su más entrañable amigo, con una desbordante inteligencia y una extraordinaria erudición jurídica, que con escasos años me impactaba su absoluta autoridad cuando estaba sentado en el monumental escritorio de La Previsora Seguros, cuando esa compañía lo delegó como gerente de su sede en la entonces Intendencia de Casanare.

José Luis Cano Tibaduiza. El intelectual, el jurista, el liberal. Con su lectura diaria y rigurosa del periódico El Tiempo, incluido el análisis certero y profundo del Editorial -tan acorde a su “conservadurismo” liberal-, que respaldaba de manera incondicional la segunda candidatura a la Presidencia de Alfonso López Milchelsen y rechazaba de plano la disidencia de Luis Carlos Galán con el Nuevo Liberalismo, hasta tal punto que nunca leía El Espectador porque estaba de manera abierta la aspiración presidencial del caudillo santandereano, lo que generaba un candente pero respetuoso debate con mi padre -Julio Roberto Niño- a quien siempre se le conoció en Casanare por su condición inquebrantable de “Galanista”.

Eso no contradecía su concepción avanzada del “Estado liberal”, en donde con  acierto y rigurosidad señalaba las bondades de la Asamblea Nacional Constituyente -que posteriormente promulgó la Constitución Política de 1991- siendo un total convencido de la carrera administrativa -sujeta al concurso público- y la Tutela como garante de los derechos fundamentales de los colombianos, convirtiéndose en fuente de consultas de niños, niñas y adolescentes de los entonces escasos colegios de Yopal,  a quienes atendía con su grandes y saltados ojos vivaces, sin dejarles de regalar una leve sonrisa con sus facciones afiladas y dentadura perfecta, cuando no entendían su a veces complejo lenguaje constitucional.

Era impecable. Formal. Elegante.  Siempre vistió camisa  manga larga  y pantalón de paño -para tierra caliente- caminando de manera altiva y rápida, que realzaba aún mas su cabello blanco, peinado de manera cuidadosa y perfecta hacia atrás, sin poder olvidar su tono de voz infantil, cálido y gracioso, que de vez en cuando dejaba entrever una cierta inflexión paisa.

Y es que era hijo de un aguerrido antioqueño y una bella muchacha que lo “parió” en Labranzagrande -Barbarita, prima del Exrepresentante Gímber Chávez- quienes en los setenta abrieron a media cuadra del parque principal de Yopal, el lúgubre y misterioso Restaurante La Casona, que posteriormente  se convertiría a dos cuadras del antiguo hospital en “Restaurant Cano’s”, con gastronomía internacional, cuadros cubistas y música en Inglés que su otro hijo Aníbal Augusto trajo de Estados Unidos, convirtiéndose en los ochenta en el sitio social por excelencia de la ahora capital departamental, en donde estudiantes, intelectuales y artistas confluían a ese mundo alegre y mágico que los Cano le dejaron como legado a la población del piedemonte, como aquella noche de interminable fiesta con “Los Tolimenses” y un imponente grupo de mariachis de Bogotá, incluido el conocidísimo Pedrito Fernández, “El colombiano”.

En la década de los sesenta, Jose Luis Cano era un destacado estudiante de Derecho de la Universidad La Gran Colombia en Bogotá -solo le faltó un par de materias para graduarse, porque la “rumba” de su juventud se lo impidió- en donde una vez llegó a un parcial de penal, sin tener la menor idea sobre el tema, pero que una rápida hojeada al índice del Código, le permitió responder después a la única pregunta de la prueba escrita, que “ese tema no está dentro del texto en estudio”, haciéndolo merecedor de un contundente “cinco”, mientras que el resto de sus compañeros sacaron “cero”,  y que siempre contaba para demostrar que nunca necesitó dedicar mucho tiempo al estudio para sacar las mejores notas.

Ese fue el mismo José Luis que una vez se le ocurrió con un amigo cazar culebras en las playas del Río Cravo Sur y llevarlas a Bogotá en una caja que ubicaron en la canasta de arriba de un destartalado bus de la Flota Sugamuxi -que terminaron por salirse de la caja y aparecieron frente a las ventanas y a la vista de los aterrorizados pasajeros- con la ilusión de venderlas al Instituto Nacional de Salud, ante un aviso que publicó esta entidad en El Tiempo, en el sentido de comprar estos animales para la consecución de suero antiofídico, con tal mala suerte que cuando al fin los entregaron al Instituto, les dijeron que presentaran la cuenta de cobro para pagarles en un par de semanas, lo que los obligó a vender la misma por el precio del pasaje para poder regresar a Yopal.

Y lo confieso: el cuento “El extravió de la Pantera Rosa en la vía a Sirivana” -que escribí hace un par de meses- está basado  en un infortunado anéctoda que mi papá siempre le atribuyó a Jose Luis, pero que él me negó muerto de la risa una vez que se quedó un par de semanas  hace más de diez años en mi apartamento de Bogotá -cuando se recuperaba de un postoperatorio- pero que de todos modos deja constancia de su bondadosa, encomiable y disciplinada  labor como promotor de Acción Comunal, en donde se convirtió además en ocasionales clases básicas de Derechi a nuestros campesinos del ahora Departamento de Casanare.

A Jose Luis Cano le pasó un caso bastante similar a “El coronel no tiene quien le escriba” de Gabriel García Márquez, al quedarse esperando hasta morir su anhelada pensión, porque La Previsora le “refundió” más de nueve años de los diecisiete de ininterrumpido trabajo con esa compañía, lo que le impidió tener una justa y merecida jubilación, cuando precisamente estaba a punto de cumplir los ochenta años de edad.

Coletilla 1. Alguna vez me preguntó intrigado por qué un congresista casanareño -con quien yo laboraba hacia un par de meses- nunca intervenía en las sesiones de Comisión y Plenaria de Cámara, a lo que le dije que el mismo solo se dedicaba a “gestionar recursos” para el Departamento, contestándome indignado que la real función de un parlamentario era deliberar, debatir,  controvertir, proponer, o que de lo contrario perdía su esencia misma, atentaba contra su función constitucional, que era precisamente legislar y ejercer el control político al Gobierno Nacional, incluida la discusión y aprobación del

Proyecto de Ley sobre el Plan Nacional de Desarrollo, en donde si era válido incluir y gestionar planes, programas, estrategias y recursos para Casanare.

Coletilla 2. : Es así como expreso mi profunda tristeza por el fallecimiento del intelectual, abogado y dirigente liberal casanareño José Luis Cano Tibaduiza: un hombre culto, honesto, con alma de niño, gran amigo de mi padre y mi círculo familiar. Hasta siempre, querido José Luis.

Para su esposa Danny y sus hijos Franklin y Felipe, más sus hermanos Janeth y Augusto, infinitas bendiciones. Amén.

 

Juan Santiago Ramírez Velázquez, de 21 años de edad, natural de Armenia, Quindío, recibió seis disparos en diferentes partes del cuerpo que le causaron la muerte, en un hecho de sangre que se registró la tarde anterior en la calle 8 con carrera 14 barrio El Progreso  de Villanueva.

La víctima se encontraba acompañado por una menor de edad cuando fue interceptado por un sujeto que se desplazaba a pie y sin mediar palabra le disparó en repetidas oportunidades, una vez cometido el crimen el hombre se subió a la motocicleta de un cómplice quien lo esperaba más adelante, y huyeron del lugar sin dejar rastro.

Aunque Ramírez Velázquez no registraba antecedentes, si se encontraba inmerso en una investigación por temas de microtráfico, señaló el coronel Arturo Vargas, comandante Operativo de la Policía en Casanare.

La Policía adelanta labores investigativas para determinar cómo se presentaron los hechos y dar con los responsables de este nuevo homicidio en el departamento de Casanare.

 

 

 

 

 

 

 

A prisión presunto depredador sexual de sus hijos y sobrinos, los menores habrían sido víctimas durante 4 años, al parecer, la familia tenía conocimiento de que el supuesto abusador había sido obligado a abandonar dos barrios de la ciudad por supuestos abusos contra otros menores.

Un juez ordenó detención intramuros para el hombre que, al parecer, vendría abusando sexualmente de sus hijos y sobrinos, 3 niñas y 2 niños, de entre 5 y 12 años de edad. Los hechos se habrían presentado entre 2016 y septiembre de este año en Villavicencio (Meta).

El caso fue puesto en conocimiento por uno de los menores, a pesar de las amenazas e intimidaciones de las que eran víctimas los niños abusados. De la misma manera, se conoció como el presunto abusador lograba salir con los menores los fines de semana con la promesa de darles regalos, ropa y comida.

El material probatorio recaudado y mediante una orden judicial fue posible la captura del presunto abusador sexual.

En este marco fue posible rescatar al menor de 12 años pues vivía con el implicado, pues es su padre. El niño fue puesto a disposición de las autoridades competentes para el restablecimiento de sus derechos.

La Fiscalía imputó cargos al detenido como presunto responsable de los delitos de acceso carnal abusivo con menor de 14 años en concurso homogéneo y sucesivo agravado, y actos sexuales abusivos con menor de 14 años agravado. Ninguno de los delitos fue aceptado.

Tras una investigación de las autoridades que inició desde el mes de noviembre del año 2019, se logró desarticular el grupo delictivo común organizado conocido como “Los ocultadores”, los cuales estaban dedicados al apoderamiento de hidrocarburos como (Crudo Floreña, Fuel Oil, Nafta, ACPM).

El modo de operar de estas personas consistía en aprovechar los niveles de desbalance que le dan a los vehículos del sistema de transporte alternativo, para sustraer los hidrocarburos del tanque de los vehículos que salían cargados de la empresa HIDROCASANARE en la ciudad de Yopal, con destino a varias empresas del sector petrolero del departamento de Casanare.

De igual forma se apoderaban de hidrocarburos como el Fuel Oil, Nafta, Disolventes y ACPM; mediante la modalidad de “trasiego” que consiste en sustraer una parte del hidrocarburo trasportados en los tracto camiones, para luego echar la misma cantidad que sustrajeron de otro hidrocarburo de menos calidad. Estos hidrocarburos como el Fuel Oil y el ACPM, eran vendidos de manera ilegal para el consumo de vehículos de carga pesada que transitan por las vías de los departamentos de Casanare, Meta, Boyacá y Arauca.

Según el coronel William Quintero, subcomandante de la Policía en Casanare, en cada viaje que realizaban los conductores de estos vehículos de trasporte, se apoderaban aproximadamente de 250 a 500 galones de hidrocarburos, un valor estimado entre los 10 y 20 millones de pesos.

El coronel Quintero señaló, que durante esta investigación el día 8 de junio de 2020 se realizó un allanamiento a un parqueadero ubicado en el kilómetro 2 de vereda la Upamena de Yopal, donde se incautaron 10.000 galones de crudo y 2.000 galones de Fuel Oil.

Estas 09 personas, según el subcomandante de la Policía, fueron capturadas en cumplimiento a órdenes judiciales emitidas por el Juzgado 1 Promiscuo Municipal de Aguazul, en Yopal y Aguazul en Casanare y Barranca de Upía y Villavicencio en el departamento del Meta, por los delitos de apoderamiento de hidrocarburos y sus derivados, receptación de hidrocarburos y concierto para delinquir.

En las audiencias preliminares de (legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento) se avaló el procedimiento de captura realizado por los investigadores y el juez ordenó 2 medidas de aseguramiento en el lugar de residencia y 7 libertades.

Cabe resaltar que la Fiscalía interpuso recurso de apelación, solicitando se imponga medida de aseguramiento en centro carcelario a 3 de los indiciados y medida de aseguramiento en el lugar de residencia para los otros 6 indiciados.

Humberto Bustamante Sánchez, era quien, al parecer, conducía el automóvil en el que pretendían sacar a un ganadero de 30 años de edad, del  área rural del municipio de Puerto López, departamento del Meta para secuestrarlo.

El hecho se registró la tarde de este lunes 9 d noviembre, cuando la víctima llegaba a su finca, en ese momento el ganadero fue interceptado por tres hombres quienes lo obligaron a bajarse de su automóvil y abordar el de ellos para llevárselo sin rumbo conocido. 

Ante la oportuna denuncia de la comunidad, la Policía del Meta dispuso de un plan candado entre soldados de la Cuarta División del Ejército Nacional para evitar el secuestro del ganadero, una vez ubicada la camioneta donde era llevada la víctima se inició una persecución que avanzó hasta límites con el departamento de Casanare, donde más uniformados se sumaron apoyando el cerco de ruta.

Cuando los delincuentes se sintieron alcanzados se generó un cruce de disparos que ocasionó que el conductor perdiera el control del vehículo ocasionando el volcamiento del automotor, en ese momento del accidente los sujetos emprendieron la huida hacía zona boscosa de la vereda Caribayona, del municipio de Villanueva, Casanare, donde dejaron abandonada a la víctima y una pistola. Uno de los presuntos secuestradores fue capturado por las autoridades.

La Seccional Meta judicializó a Humberto Bustamante Sánchez, como uno de los presuntos responsables por el delito de secuestro simple agravado en concurso con fabricación, tráfico y/o porte ilegal de armas, y un juez lo envió a la cárcel.

El detenido tiene 13 notaciones por varios delitos, entre ellos por el delito de porte ilegal de armas, secuestro y hurto en el Tolima, el cual se encuentra en etapa de juicio.

Foto: Humberto Bustamante Sánchez, presunto responsable del secuestro.

“Los STILL” banda de delincuencia común organizada, quienes eran solicitados mediante orden judicial por los delitos de hurto calificado y agravado fue desarticulada.

Esta organización delictiva estaba conformada por 4 personas entre ellas una mujer, quien es señalada de ser cabecilla de este grupo dedicado al hurto mediante atraco a mano armada.

Dentro de los capturados se encuentran Sirley Alarcón, de 41 años de edad, quien sería la “cabecilla” de la organización, esta mujer fue detenida en calle 63 con carrera 4 oeste del barrió Villa Nariño de Yopal, y reporta 10 registros; entre ellos 2 por hurto calificado y agravado, 1 por rebelión, 2 por fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, 1 por homicidio, 2 por amenazas, 1 por fuga de presos y 1 por falsedad personal.

Olivo Santos, de 33 años de edad, quien fue capturado en una finca ubicada en la vereda Alegría, del corregimiento Altagracia de la ciudad de Pereira, Risaralda, es señalado de cumplir la función de atracador y dentro de sus antecedentes reporta 04 registros, entre ellos; 2 por hurto calificado y agravado, 1 por rebelión y 1 por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.

Dumar Pérez, de 40 años de edad, quien fue capturado en sector rural de Maní, es señalado de participar como atracador y dentro de sus antecedentes se reportan 5 registros, entre ellos; 2 por hurto calificado y agravado, 1 por fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, 1 por homicidio y 1 por fraude a resolución judicial.

Gerardo Alarcón, de 20 años de edad, fue capturado en una finca ubicada vereda El Amparo de Yopal y sería otro de los atracadores del grupo delincuencial, dentro de sus antecedentes reportan 4 registros; entre ellos, 3 por hurto calificado y agravado y 1 por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.

Esta investigación que duró 18 meses, permitió establecer que estas personas participaron en  tres hurtos cometidos en fincas ubicadas en Yopal y Orocue. El primer hecho tiene que ver con un hurto cometido el 3 de mayo del 2019, mediante la modalidad de atraco a la finca Santa Juana, ubicada en la vereda Surimena jurisdicción de Orocué, donde mediante la utilización de armas de fuego, intimidaron a los residentes del lugar y se hurtan dinero en efectivo y otras pertenencias.

El segundo hecho que se les atribuye se presentó el día 2 de junio del 2020, donde bajo el misma modalidad de atraco a mano armada, llegan a la finca Villa Viviana ubicada en la vereda Tacarimena de Yopal, lesionan con arma de fuego al señor Angel Tíjaro y proceden a hurtar dinero en efectivo y varios elementos de valor.

Un tercer caso se presentó el día 8 de agosto del 2020, donde utilizando la misma modalidad de atraco, ingresan a la finca Toporagua, ubicada en el corregimiento de Tilodirán, intimidan a los residentes del lugar y proceden a hurtar varios elementos de valor.

De acuerdo con información entregada por la Policía, los delincuentes lograron apropiarse de aproximadamente 20 millones de pesos, entre elementos y dinero en efectivo. Las investigaciones realizadas permitieron identificar que el modus operandi de “Los STILL”, consistía en frecuentar lugares como la subasta ganadera, para hacer amistad con personas de este gremio, lo cual permitía obtener información de la actividad económica de las personas, posteriormente ubicaban los predios para realizar actividades de verificaciones previas y luego ingresaban a estos lugares intimidando a los residentes con armas de fuego, identificándose como miembros de grupos armados ilegales para causar temor y de esta manera poder cometer sus hechos delictivos.

A través del proceso de judicialización a estas 4 personas se les impone medida de aseguramiento domiciliaria.

 

Varias denuncias han venido presentando los habitantes del sector de La Calaboza y la vía que conduce a la vereda El rincón del Soldado por el aumento de atracos, por parte de delincuentes que están robando casi todos los días, en muchas ocasiones intimidando con arma de fuego, y golpeando a las víctimas. 
 
El más reciente llamado de atención lo hizo el presidente de la vereda Cagui Esperanza, Camilo Torres, quien manifestó  que los atracos con arma de fuego, robos, y consumo de sustancias de estupefacientes se ha vuelto el pan de cada día, generando una ola de inseguridad al punto de convertirse en un peligro pasar después de las 6 de la tarde por esta vía.
 
El líder comunal hizo un llamado al alcalde y al secretario de Gobierno de Yopal, para que se realicen planes de control con Policía y Ejército y de esta manera evitar un hecho que lamentar como el que se presentó tiempos atrás donde una mujer fue abusada.
 
El presidente de la vereda Cagui Esperanza, señaló que desde hace ocho años están realizando solicitudes a la administración municipal para que se ubique una cámara de seguridad en el puente La Cabuya y otra en La Calaboza y de esta manera poder identificar a las personas que están haciendo daño en el sector, sin embargo puntualizó que hasta la fecha no han tenido ninguna respuesta.
 
"A mi me da pesar el tema turístico porque era un sitio muy bonito y venía mucha gente, ahora La Calaboza se convirtió en un sitio exclusivo para los consumidores de estupefacientes ", relató Camilo Torres.
 
Ante las constantes quejas, elevamos la petición de la comunidad al alcalde de Yopal, y esta fue su respuesta, "Esa denuncia de la comunidad del sector de La Calaboza, no se va a quedar ahí, vamos actuar con todas las instituciones pero la delincuencia no va a poder con nosotros".
 
En horas de la tarde de este jueves, se evidenciaron los controles de la Policía en este sector con el fin de garantizar la seguridad de las personas que se movilizan por este corredor vial, que se convirtió en nido de los delincuentes que tienen azotados a los turistas y habitantes de estas veredas.